Fuera se derraman cientos de estrellas sobre todo lo que duerme.
Un viento frío cabalga envolviendo la noche, y se intuye la llegada del invierno… Orión vuelve a ser -por derecho- amo y señor del firmamento.
Mi amo y señor en noches como ésta…
Hace mucho que el teclado no ejercía su poder sobre mí, mediada la madrugada… Y me gusta.
Es de noche. Y me gusta.
Vuelvo a sentirme Viva. Y, ¡dios!, cómo me gusta!!!
La paz va retornando lentamente a mi cuerpo.
….
El jueves pasado, 15 de noviembre, volví a la consulta de oncología del Hospital Arnau de Vilanova, después de varios meses haciendo el tratamiento de radioterapia en el IVO. Era una fecha importante. Fue un día…, “extraño”. Paso a dejar aquí, lo que escribí ese día…
<<Casi nada es demasiado importante por más que nos empecinemos en ello.
Leo la frasecita de marras que acabo de escribir, y apenas si me reconozco. Es más, sé que la Beatriz de hace tiempo diría de la persona que lo ha escrito, que es una descreída. Una sangre-fría. Una desarraigada y una gris. Bueno, quizá no lo diría, -por no ofender-, pero seguro que lo pensaría.
Quién te ha visto y quién te ve, querida.
Pero es que…, ¡es cierto! Casi nada es demasiado importante por más que nos empeñemos…
Hoy podría estar muerta. Es así de sencillo. No. Nos escandalicemos. Ni trato de hacerme la víctima. Para nada. Ni me ha brotado de repente la vena pesimista. Tampoco.
Pero es así. Hoy podría ya no estar más nunca aquí, y salvo para un puñadito de personas, eso no tendría ninguna relevancia. Nada cambiaría demasiado. Y es que…
Casi nada es demasiado importante por más que nos empeñemos.
Hombre! Morir sí lo es. Obviamente. Sobre todo, porque lo peor que tiene la muerte…, es que te cambia la vida de una forma definitiva… Pero por lo demás…, -piénsalo seriamente…-, casi nada es demasiado importante…
Hoy es 15 de octubre de 2012 y he tenido visita con mi oncólogo, el ilustre… ¿Puedo decir ilustre? Es que me ha salvado la vida… Bueno, no exageremos… Dejémoslo en eminente pues, doctor Carañana, y su maravillosa enfermera, la siempre eficiente y afectuosa Luisa.
Se podría decir que hoy, de forma “oficial”, ha terminado la época de tratamiento, y comienza el tiempo de revisiones… Y como ha dicho el doctor Carañana, ahora, lo que tengo que hacer, ¡es conseguir el récord de revisiones! Que de entrada al principio, serán cada tres meses…, -y luego imagino que se irán espaciando…-, para toda la vida.
Es lo que hay.
Y ya. Ya sé que nada es demasiado importante pero…
Desde que hemos salido de la consulta y hasta ahora, varias horas después, estoy en un estado…, extraño. Sólo se me ocurre “extraño” para describirlo.
Después de repartir abrazos bien sentidos -que corran los abrazos!!!-, de agradecimiento y amor por cómo se han portado con nosotros, a Carañana, Luisa, y mi cirujana la doctora Arlandis, que hemos ido a buscarla, y parece que se ha alegrado de vernos tanto como nosotros a ella… -Es increíble esa pequeñita mujer…, tan grande!- Nos hemos dispuesto a abandonar el hospital…
Mientras lo hacíamos…, no he podido evitar llorar en silencio y cadenciosamente. ¡No podía creer todo lo que dejaba atrás! Ese hospital ha sido casi “mi casa” durante muchos de los momentos del último año de mi vida. En él me descubrieron, y posteriormente me comunicaron, que tenía un cáncer de pecho. En él me operaron y dieron meses interminables de devastadora quimioterapia, pero…, ¡que guardo con tan grato recuerdo!!! En él, Álvaro y yo, cada uno a su forma, sufrimos, nos emocionamos, nos divertimos… Nos amamos. En él decidimos firmemente luchar. Decidimos además, hacerlo con la mejor de nuestras sonrisas. Sus paredes me han visto temblar de miedo, retorcerme de dolor, llorar de alegría, reír de felicidad.
Hoy cierro, y dejo atrás, una de las épocas más intensas de mi vida. Intentar librarme, por ahora, de la muerte.
Estoy…, conmocionada.
No creo poder explicar cómo me siento. Lo que supone este 15 de noviembre de 2012 para mí.
Durante un buen rato he mantenido una absurda conversación conmigo misma. Afortunadamente en privado -es decir, sólo en mi cabeza- que ha venido siendo algo así…
– De repente, es como… ¿Ya? –me decía a mi misma.
– ¿Ya? Pero…, ¡tía!!! ¿Te parece poco? –me he respondido sorprendida. (Yo nunca me dirijo a nadie diciéndole «tía». No me gusta. Sólo a mí misma, y cuando estoy muy, MUY mosqueada.)
– No, claro que no, pero…, ¿de verdad es “ya”?
– Claro que es “ya”. ¿No recuerdas los meses de dolor intenso, de agotamiento total? Las náuseas, las llagas, el sabor asqueroso de las comidas, los calambres, las noches enteras sin dormir… ¿No recuerdas las quemaduras? ¿La maldita braquiterapia? ¿Las crueles curas?
– Sí, claro…
– Entonces, ¿cómo que si “ya”? ¿Te parece poco?
– No, claro que no… Pero…
– Pero, ¿qué? Es “ya”!!!
– Sí, entiendo. Ya ha acabado todo. No más dolores que los residuales, y los producidos por la pastillita que debo tomar durante cinco años, pero…, por lo demás… ¿De verdad que es… ya?
-¡Joder qué tía! ¿Cuántas veces te lo voy a tener que decir? Que sí. Que es ya. Ya, Y PUNTO!!!
Y claro… Ahí he dejado de discutir conmigo misma, que cuando me pongo tan vehemente no hay quien me aguante… Cualquiera diría, -en ese momento-, que yo soy de las que pienso que casi nada, por más que nos empeñemos, es demasiado importante… Jajaja… ¡Qué carácter!
No, pero me entiendo. Un poco al menos…
Es complejo.
Primero, un buen día, mientras tú estás ahí a tu vida, tranquilamente -o no, a ratos-, con las cosas que de por sí ya tiene el día a día de la vida, de repente llega alguien y te dice que tienes cáncer.
¡Hale! Asume. Y date prisa, además. No hay tiempo para dejarse llevar por el desánimo, apenas el justo para ir entendiendo lo que pasa. Desde luego ni un minuto para hundirse y pensar en lo peor. Hay que ponerse manos a la obra, y puesto que es un tumor agresivo y de rápido crecimiento, no hay tiempo que perder.
Entonces te pones al servicio de la curación. Con todo lo que tienes. Con todo lo que eres. Decides asumir que durante un buen espacio de tiempo todo va a girar entorno a ti, por menos que te apetezca…
Y ahí estás. Cantando a voz en grito en el trayecto en coche hacia la quimio, hacia la radio. Repartiendo sonrisas. Convenciéndote de que estás haciéndolo lo mejor que puedes… Con todas las ganas… Como… «sin problemas»… :)
Consumes meses enteros de tu vida en intentar curarte y que eso afecte lo menos posible a los que te rodean. A los que te quieren.
El tiempo se eterniza. Casi parece detenerse del todo en el dolor. Por momentos llegas a creer que nunca acabara, que seguirás así toda la vida… Pero es sólo un espejismo… En realidad, pasan las horas, los días, las semanas, los meses, y un día llega tu médico y te dice: Hala! Hasta dentro de tres meses!
Y de repente es como… ¿YA?
¿YA de verdad?
No es que no me lo crea…
No es que no me lo quiera creer…
No es que no esté contenta… ¡Por supuesto que lo estoy…!
Es sólo que es…, muy extraño.
Como una frenada radical mientras ibas cuesta bajo…
Un poco de incredulidad. Una pizca de miedo. Mucha alegría…
O sea… ¿YA?>>
Eso es lo que escribí ese día. No pude seguir. Se me acabó el gas. La inspiración. Y ni tan siquiera pude forzar la máquina, como he hecho en otras muchas situaciones durante este año, que estando mucho peor -físicamente-, me empeñaba en publicar las últimas noticias fuera como fuere…
La verdad es que fue raro. MUY raro.
¿De verdad es YA?
Aún me duelen las piernas, y sobre todo los pies… Las plantas, los lados exteriores. Además, tengo los tres dedos intermedios de cada pie insensibles. Como constantemente dormidos. Carañana dice que tengamos paciencia, que es de la quimio, que toca los nervios, que a veces tarda en recuperarse…, que a veces no se recupera… Bueno, voy acostumbrándome. Tampoco es tan catastrófico.
Pero de cualquier forma, las piernas, por lo menos la derecha, va doliéndome menos. En la izquierda en cambio persiste un dolor insoportable, casi constante, que demasiado a menudo me impide incluso dormir. Pero aún así es una mejora increíble respecto a meses atrás, porque han desaparecido otros muchos dolores… El doctor Carañana nos explicó que es la pastilla que tengo que tomar cada día durante cinco años, que produce dolores musculares y óseos. Es así. No hay más. Pero dice que con el tiempo el dolor «puede» ir remitiendo… (Confío ;)
Soy consciente también de cómo los pinchazos en el pecho y en la axila, son cada vez más espaciados (DIOOOOOOOOS!!! ES FANTÁSTICO!!!!!!)… Aunque los que persisten siguen siendo muy dolorosos, sobre todo estos últimos días, se ve que por el cambio de tiempo…
Pero… Sí. La paz va -poco a poco- retornando a mi cuerpo.
Esa paz que durante tanto tiempo he añorado. Que tantas veces me pregunté cuándo llegaría. Que incluso, en ocasiones, llegué a plantearme si regresaría alguna vez, porque en la vorágine de dolor y terror -a veces- era difícil imaginar cómo era, cómo se sentía mi cuerpo antes de que el cáncer llegara a mi vida…
Y aquí está. Poco a poco mi organismo va eliminando el veneno que me suministraron para tratar de evitar mi muerte. Bueno, de retrasarla. Jajaja!!! Porque nadie es eterno y todos tenemos que morir. Eso es ley. Pero…, en fin, un poquito más tarde…
Las quemaduras se curan. De hecho, ya sólo quedan las marcas. El pecho se recupera del último azote, la braquiterapia…, y vuelve a tener un aspecto…, bastante normal. Casi parece un pecho -con una cicatriz que estará ahí toda la vida para que no olvide- por el que no haya pasado la tormenta que ha sufrido… Lo han mutilado, lo han envenenado y lo han quemado, y…, ¡tanto es su amor a la vida!, que ahí está… ¡Míralo! Tan ilusionado, intentando levantar cabeza. Poniéndole buena cara -el pobre- a los malos tiempos que ha sufrido…
Antes de que el cáncer anidara en mí, yo, que había sufrido de “cancerofobia” desde los 16 años aproximadamente, -en que una serie de tristes y dolorosísimas muertes por cáncer acosaron mi fe y asolaron mi esperanza-, yo casi me volvía loca pensando cómo sería tener cáncer…
Me refiero, ahora concretamente, al hecho de saber que tienes un tumor en alguna parte de tu cuerpo y que te está matando desde dentro… Imaginaba que si llegaba a ocurrirme, -insisto-, me volvería literal y físicamente loca. No concebía convivir con esa parte de tu cuerpo sin aporrearla con rabia e impotencia, deseando arrancarte la piel a tiras…
Me era del todo imposible creer que podría vivir con algo así dentro, y no morir, sólo del TERROR…
Pero, cuando llegó el momento, cuando los temores de toda la vida se hicieron realidad y tener cáncer ya no era una fobia, sino una realidad concretada en un tumor en mi pecho…, no fue como había creído.
Para nada.
De hecho fue todo lo contrario.
El mismo día de la biopsia, antes siquiera de estar seguros de que el resultado era positivo, -o sea, que sí era cáncer-, a pesar de intuirlo…, empecé a querer, cuidar, y tratar con un cariño increíble a mi querida teta… :)
La sujetaba constantemente -con dulzura- con la mano izquierda, y la acariciaba suave y delicadamente con un amor inusual hasta ese momento. Nada sexual ni lascivo. Amor en estado puro.
Es MUY curioso… Todo el miedo irracional, la rabia y la impotencia que creí sentiría si llegaba ese momento, se tornó AMOR incondicional. Medicina Milagrosa donde las haya… :) Y tampoco quería -precisamente en esos momentos- encariñarme demasiado con ella, porque era consciente -ya que te advierten de ello antes de operarte- de que podía salir del quirófano sin el pecho. Tranquilamente. El cirujano te informa de que van a abrir, y de que depende de lo que se encuentren, cortarán; llegando a poder amputar el pecho entero si el alcance del tumor así lo requiere. Y desde luego, incluso en esa situación, no era lo peor que podía ocurrirme llegado ese momento. Ni muchísimo menos.
Pero la suerte se puso de mi parte.
Una cosa que nunca podré olvidar, fue… Al ratito de salir del quirófano, mientras estás en la zona de “despertar”, en un momento de lucidez entre ese abotargamiento y la desagradable sensación de irrealidad…, -que quieres despertarte del todo pero algo tira de ti hacia un sueño desapacible e inquieto-, cómo, con la mano izquierda, -la que llevaba con la vía, los goteros y el aparatito pellizcándote el dedo-, cogí la sábana por su borde superior, la levanté unos centímetros, me obligué a elevar un poco la cabeza y miré…
Sí.
Allí estaban.
Las dos.
La piel dibujaba, inmaculada -así al menos me lo pareció en ese momento-, el nacimiento ¡tan bello! de las dos redondeadas montañas, que seguían en su sitio… ¡Joder, tan hermosas!!!
En serio. Preciosas!!!
Jajaja!!!!
Y eso que meses antes había estado dándole vueltas a la -por otra parte remotísima- posibilidad de operarlas. No para poner ni quitar, sino para elevarlas un poco… Seamos sinceros. Mis tetas nunca han desafiado a la gravedad… Jajaja!!! Más que nada, porque desde que se dignaron salir, fueron enormes… Y la gravedad, como yo siempre digo, no se ha inventado en balde… Lo que pesa -y pesan mucho-, se cae. Y no hay más. Es…, ¡natural! Pero bueno…, ahí andaba yo dándole vueltas al tema… Ya tengo unos añitos y estaba un poco mosca por el paso del tiempo, y el comienzo de la tan temida “pérdida de la lozanía de la piel”…
Bien. Pues al despertar y verlas, tan monas, tan juntitas -aún- la una de la otra, tan apañaditas, tan ricas… Sólo pude pensar que eran el mejor par de tetas que había visto en toda mi vida!!! Jajaja… En serio!!! Y desde entonces no he cambiado de opinión. Estoy superfeliz. “Mis chicas” me han dado muchas satisfacciones en esta vida, -y sé que me las seguirán dando… :) -, y no voy a ponerme “tiquismiquis” por un quítame que se caiga el tema un poco…
Además…, caen con elegancia… Jajaja!!! Como dos grandes gotas de agua repletas hasta el límite… Pesadas. Fértiles, aunque no ya en el significado literal de la palabra. Orgullosas. Felices de estar, de ser como son.
Son mías. Forman parte de un cuerpo fantástico -por vivo- con el que puedo hacer cientos de cosas!!!!
Bien es cierto que de adolescente las odié un poco… Yo era de las que llevaba vacía la cartera del cole, y todos los libros y libretas bien sujetos sobre el pecho, con los brazos fuertemente cruzados sobre ellas… Los divinos 13. Pero, para ser sincera, me duró bien poco… Pronto comprendí que eran parte de mí. Y una parte importante además. Que sobre los chicos ejercían un influjo muy curioso ;) , y que me hacían sentir increíblemente femenina. Y lo que fue todavía mejor aún descubrir…, sexi. Sensual. Seductora.
Sí. Mis tetas y yo nos hemos llevado bien toda la vida. Y ahora que una estaba en serio peligro, no iba yo a abandonarla a su suerte en la lid… Además podía perderla y no volver a verla nunca más… Que, créeme, lo contemplaba fría y desdramatizadamente… Me preparé concienzudamente para ello, pero -a la vez- sin abandonar un mantra mental en el que me repetía constantemente: “Todo va a salir bien.” “Todo va a salir bien.” “Todo va a salir bien.”
Con lo cual, durante todos esos días de espera, antes de la operación, la quise y cuidé más que nunca… Nada de la histeria que pensé sentiría. Al contrario. Mucha tranquilidad. Mucha fortaleza de ánimo. Mucho cariño.
Y así ha sido durante todos estos meses también… Desde fuera, los demás, -médicos, cirujanos y enfermeros-, la maltrataban para salvarla, y yo la quería más… Con ilusión y fe renovada. Con pasión. Con ternura. Sobre todo con mucha paciencia…
Pensarás que estoy loca. Estás en tu perfecto derecho. Pero…, yo no hago mal a nadie. Y por otra parte, tampoco alucines… No se trataba de hablarle en voz alta, tomarla de la mano y sacarla a cenar… Jajaja!!! Pero, se la veía tan mal, a la pobrecita. Cortada, agujereada, vapuleada, quemada…, que era imposible no sentir compasión -de la buena- y quererla un poco más…
Hoy que, como te digo, la paz va volviendo lentamente a mi cuerpo, empieza a parecer un pecho casi normal. Con lo que ha pasado la pobre! Qué capacidad de regeneración. De recuperación. Qué ganas de vivir se le nota en la mirada… Jajaja!!!!
Y, créeme, ya estoy esperando -con ansia- la primavera que viene, para exhibirme desnuda ante el sol… ¡¡¡Dios, qué ganas!!!! Y que vuelvan a ponerse morenitas como panes recién tostados… :) ¡¡¡Qué gusto!!!
Cómo lo he echado de menos este año, y qué ganas tengo de sol… Habrá que consultar a los médicos, claro, pero espero que no haya problemas para tomar el sol -aunque sea muy moderadamente- el año que viene… :)
Para mí es un verdadero placer… :)
Jopelines, caspitina y recórcholis!!!! Qué bien me siento… Jajaja!
Aunque oye…, si hubieran tenido que quitarla. Pues hale! A cambiar el chip… Entonces, habría venido aquello de… “¡Cómo mola una teta nueva!” “¡Así aprovecho y me opero la otra!” “¡Tendré tetas nuevas!” Y…, todas las cosas que haga falta decirse para coger el tema por donde hay que cogerlo… Que hubiese sido más lento el proceso total, y volver a pasar por quirófano y todo lo que tú quieras… Pero si es lo que hay… Pues, ES LO QUE HAY. Y es con lo que hay que bregar… De nada sirve mirar hacia otro lado o luchar contra la realidad…
Y no es el fin del mundo. ¡Qué tontería!
De echo, el fin del mundo de verdad es cuando te operan, te hacen todo lo que te pueden hacer y aún así no hay solución. Y eso pasa. Todos sabemos que pasa. Todos hemos sentido en nuestras propias -desgarradas- carnes, ese dolor… De modo que si somos de los ELEGIDOS, de los AFORTUNADOS que luchando -y sufriendo- podemos salir adelante por el momento, y seguir un tiempecito más, vivos, para poder seguir disfrutando de la vida… TODO VALE.
Vivir siempre merece la pena. (Debería merecerla, al menos.)
Yo he intentado no perder eso de vista durante todo este tiempo. Por eso repetía tanto lo de que soy una AFORTUNADA.
Es que soy consciente de que, con esta segunda oportunidad, soy una privilegiada. Y me parecía sucio y rastrero quejarme cuando estaban haciendo todo por salvarme la vida. Cuántas personas desearían tener a sus seres queridos TODAVÍA junto a ellos, luchando, SUFRIENDO, por intentar salvar la vida. Mi respeto. Mi admiración y mi cariño hacia todos ellos, hacía que intentara encajarlo todo con la mejor de las actitudes que pudiera conseguir tener… Aunque sólo fuera por todos ellos. En su honor. En su recuerdo.
Pero…, la verdad es que la paz está llegando ya a mi cuerpo.
Un cuerpo que retorna poco a poco a la vida, sorprendido de sí mismo. De su resistencia, su capacidad de sufrimiento, su obstinado apego a la vida…
Es increíble el abanico de posibilidades que tenemos para disfrutar, gozar y ser felices en esta vida… No verlo, es una pena. No aprovecharlo, un pecado.
Y mi cuerpo está increíblemente preparado, es más, ANSIOSO, de volver a vivir… De seguir viviendo… En todos los sentidos…
El sentir que cada día estoy más fuerte, y a la vez más relajada, -físicamente me refiero-, me abre una puerta… Otra vez, como si todo fuera nuevo, como si todo volviera a empezar… Como si todo estuviera ahí, dispuesto, preparado, colocado, ¡sólo!, para que yo pueda participar de la Vida…
Si crees que todo lo bueno te puede ocurrir, la Vida va, y hace que TODO LO BUENO TE OCURRA… :)
Es bien cierto que hace falta capacidad para saber ver… Si no miras con intención, con ganas, con pasión…, probablemente las cosas pasen a tu alrededor y tú no las veas… Pero yo siempre he tenido una vista buenísima!!! Bueno, ahora de cerca ya no tanto (jajajaja!!!), que tantos años de ordenador, lectura hasta altas horas de la madrugada, y el paso del tiempo, hacen que necesite gafas de cerca…, pero no me refiero a esa buena vista…
Me refiero a…, -aunque suene cursi y manido- mirar desde el corazón… Desde dentro. Con decisión. Con fe. La vista panorámica del Alma… Esa que hace que no te pierdas nada, que no se te escape nadie…, que seas capaz de apreciar hasta las cosas más pequeñas.
Y te voy a contar un secreto… He descubierto que si sabes disfrutar de las cosas más pequeñas…, no tendrás ni un solo día triste, inútil o vacío en tu Vida. Porque cada día ocurren mil cosas por las que sentirse feliz…
Y, lo que aún es más espectacular… Si sabes disfrutar de las pequeñas cosas… Las cosas grandes, aun te parecerán más grandes!!!!
A mí se me antoja un concepto sencillísimo. Simple!, de lo sencillo. Y como, -más o menos- pensaba Einstein, las cosas no pueden ser tan complejas. Lo sencillo, lo hermoso, lo bello, tiene que ser la explicación. La simplicidad al poder! De hecho una vez tuvo que cambiar una fórmula, añadiéndole algo, -lo que la hacía más compleja, menos elemental, menos «bella»- porque con lo que se sabía en ese momento se «vio forzado a hacerlo» para que las cosas cuadraran, y luego, con el paso de los años, se demostró que estaba bien sin el cambio, y dijo que siempre se arrepentiría de no haber confiado en en su intuición. En que estaba mejor cuando era más sencilla, más «bella». Mmm… O algo así. Tened en cuenta que el físico es Alva. Yo hablo de oídas… :)
Pero el problema está en que esta mierda de sociedad, -materialista y superficial-, parece gritarnos constantemente que si no tenemos el último modelo de teléfono móvil, que no sabes ni usar y que tiene prestaciones que no utilizarás, -porque no te hacen falta-, jamás; o salimos todos los años de vacaciones a un sitio exótico -cuando aún no conoces la belleza de tu propio entorno-, no estaremos “dentro”, no seremos “in”, no podremos ser felices…
Trata de engañarnos y manipularnos a su antojo para hacer de nosotros personas fáciles a las que convencer de que queremos lo que no necesitamos… O de que necesitamos lo que no queremos. Que no sé qué es peor… Y mientras tanto vamos perdiendo la capacidad de ser verdaderamente felices con lo que tenemos.
Y recuerda que de verdad lo que cada uno posee, es aquello que no hay banco, ladrón o gobierno (vaya, todo sinónimos… :), que pueda arrebatarte.
Uf! Qué tostón!!! Vaya rollo acabo de meter!!! :(
Jooo… Ya me he puesto moralista y evangelizadora otra vez. Lo sorry. A veces la pasión por la vida, aunque me carga de razón, me convierte en una voz cargante… :( Lo sorry otra vez.
En fin. Pues eso. Que todos somos mayorcitos ya…, y cada cual sabe lo que quiere de la Vida. Lo que está dispuesto a invertir en Ella… :)
Después de todo yo no sé nada… Ya sabes, no soy más que un puntito chiquitito en el firmamento… Como tú.
Sólo que los puntos chiquititos del firmamento, no deberían perder nunca la perspectiva de su grandeza :)
Y aunque aún me siento un poco extraña…, como incrédula…, alucinada de que todo haya pasado… (Pero, ¿de verdad es YA?) Este puntito se dispone de nuevo a vivir, y te exhorto -con mis mejores deseos- a que hagas lo mismo.
Vivir es lo más.
Con Amor ;)
De acuerdo contigo en todo, no somos nada, pasa la vida, pasamos nosotros y nada cambia, pero que bonito es vivir, ver el sol por la mañana y la luna al anochecer. No tiene precio cuando lo ves de la mano de la persona que te quiere/aguanta/está contigo. Y mañana será otro dia. Besos y más besos, preciosa Beatriz.
Hola, Carmen, preciosa!!! Cómo me alegra verte… Y más aún saber que estás de acuerdo conmigo… :) Además es obvio que compartimos ideas muy parecidas sobre la vida: Ver el sol…, la luna. Hacerlo junto a la persona a la que amas… Sé que suena simple, pero es que en realidad, no hay mucho más, ¡y todo un mundo más a la vez! ¿No? Es la magia de la vida…
Y tienes razón, pasa la vida…, y mañana será otro día!!!
Me encanta que sigas compartiendo mi vida, Carmen, mi admirada profe d’englihs… ;) Te lo agradezco…
Besos y más besos también para ti, guapa!!!
(Cada día ese cafetito está más cerca… :)
Lo peor que tiene la muerte…es que te cambia la vida …jajaja genial !!!!!!
Estoy de acuerdo con tu otra yo que discute contigo…como que ya? pero mi amor, yo diria por fin !!!! con todo lo que has sufrido,es un descanso, una alegria, una paz….Me acabo de acordar del animal que te pone siempre Marta,… porque los medicos te han salvado (GRACIAS !!!!!!!!!) pero la que ha luchado, peleado y ganado has sido tu. Que te quiero….que la vida es maravillosa…que esta llena de belleza y que tu fomas parte de ella.
Por cierto, te ha quedado una mueca en el pecho, que parece una sonrisa :)
¿Lo pillaste? Jajaja!!! Me encanta… Escribí esa frase hace mucho tiempo en un comienzo de cuento que aún no se ha resuelto del todo, pero que ahí sigue, en la lista de «pendientes por acabar»… Pero es que es muy graciosa, ¿no? «Lo peor que tiene la muerte es que te cambia la vida de una forma definitiva…» Me alegra ver que has reparado en ella…, magnífica lectora!!! ;)
Y sí, claro que es «por fin»… Lo que pasa es que es una sensación muy extraña… Durante tanto tiempo has estado sólo sufriendo y luchando, centrada en hacer bien todo lo que te dicen, dedicándote prácticamente sólo a eso, que de repente te dicen que, de alguna forma, «ha acabado todo» y te quedas así como…, ¿de verdad? ¿Será de verdad?
Sé que es un poco complejo de entender, porque también es complejo sentirlo. Y por más que me ha salido una entrada larguíiiiiiisima -pido perdón de paso por eso, parece que mi incontinencia verbal no tiene límites… :( – no sé si he conseguido llegar a explicar un poquito por qué esa sensación…
Pero de cualquier forma, sí… La vida es maravillosa, está llena de belleza, y aquí estoy… :) Aquí estamos, querida cuñada… Que no sabes cuánto me alegro de que tú también formes parte de esa bella vida que es la mía. La nuestra. ;)
Por cierto… ¿A qué mueca en mi querida teta te refieres? Jajajaja!!!! En esta entrada no he puesto ninguna foto… ¿O lo dices por la última vez que nos vimos, que la viste en vivo y en directo? Bueno, si es una cicatriz en forma de sonrisa, ¿qué más se puede pedir? Así, además de con la boca, ahora puedo sonreír también con la teta… :) Jajajaja….
Te quiero Mari.
Nos vemos muy, muy prontito… ;)
Hola Bea soy Horten no te puedes imaginar que alegria me has dado.me has alegrado el dia.Despues de lo que has luchado y del ejemplo que has sido de lucha y de superacion. te merecias una victoria primero por ti y luego para demostrar a otros que estan en tu misma situacion.que luchando y con un animo positivo las cosas pueden mejorar e incluso sanar.Te deseo lo mejor para ti y para Alva sin su apoyo no hubiera sido lo mismo.disfrutar de esta nueva oportunidad que os regala la vida y sobretodo pase lo que pase no dejeis de
Amaros.Y si algun dia os apetece comer en Alcora ya sabeis para mi seria un placer disftutar de vuestra compania .un superabrazo
Hola, Horten!
Tú también me has dado una alegría a mí!!!
Muchas gracias por tu interés, por seguir pasándote por aquí, por alegrarte del bien ajeno :) y por invertir un poco de tu tiempo en compartir tus buenos deseos conmigo. Lo agradezco mucho, de verdad.
Pues sí… Parece que Ya… Ha sido casi un añito, que en ocasiones se ha hecho muy largo…, pero bien está lo que bien acaba. O mejor dicho, lo que bien sigue… :)
No sé si pueda ser ejemplo de nada… He intentado hacer las cosas como siempre que tuve a mi lado alguien con cáncer (como Alva, por ejemplo), le pedí que hiciera… Hubiera estado bueno que después de atreverme a dar (humildemente) directrices de cómo hacer las cosas en esa compleja época de tu vida, yo no me hubiese aplicado el cuento.
Y por otra parte, de verdad que no tiene mérito, porque es mi forma de ser. Desde muy jovencita siempre he creído que una buena actitud, alegre, positiva, generosa con los demás…, es la mejor forma de encarar, no sólo una enfermedad, sino cualquier eventualidad que se presente en nuestra vida. La Vida se merece Vida, y así es como siempre trato de conducirme…, con ¡¡¡mucha Vida!!!
¿Sabes que estoy leyéndome el libro de Viktor Frankl? El de su experiencia en los campos de concentración. Poco a poco. Porque es cierto que es fuerte, pero a la vez es una inyección de Vida. Qué pasada…
Me alegra saber que hay personas como tú entregando generosamente su tiempo y sabiduría en ayudar a los demás. ¡Qué grande, Horten! Felicidades, de verdad.
Tienes mucha razón en lo que dices de Alva. Pero no sabes hasta qué extremo!!! Mi periplo por la curación de esta enfermedad ha sido casi siempre como una fiesta gracias a que he tenido a Alva a mi lado… No quiero ni imaginarme cómo habría sido tener que pasarlo sin él… Es la sal, el azucar, el pan y el agua de mi vida… Sin él sería mucho más fácil morir.
Siguiendo tu consejo vamos a seguir Viviendo, disfrutando, y espero que Amándonos, durante mucho tiempo…, durante toda mi eternidad al menos… ;)
Y por supuesto, te deseo lo mismo para ti y tu chico :)
Mil gracias por la invitación!!! Qué amable!!! No te digo que no… Veremos qué tal van las cosas para la primavera que viene, ¿si? Porque para nosotros también sería un placer compartir un rato vuestra compañía :)
Seguiremos en contacto.
Besazos, guapa!!!
Bea!
Lo primero felicitarte por el hecho que cuentas: has cerrado una puerta tras de ti y ahora empieza la vida, seguramente no igual a la que tenias antes de la enfermedad, pero lo mas importante, fuera de ella. Eso es grande y bueno. Me alegro de veras por ti y por todos los que tanto te quieren.
(Una cosa que te quiero decir antes que se me olvide, me ha gustado mucho la primera frase: «Fuera se derraman cientos de estrellas sobre todo lo que duerme.» Excelente!!!)
Nos cuentas de tus impresiones después que te dijeran que lo peor había pasado, o sea, que ahora viene el paso del tratamiento a las revisiones… y describes muy bien ese sentimiento un poco de perplejidad… esto es todo? ya?
Después de tanto dolor, paciencia, trabajo y lucha, nos dicen: ya esta! ahora a las revisiones. Es genial, claro, enorme, si se quiere para dar saltos, pero entiendo que comparado a lo vivido, se queda un poco corto. Y es que los hombres estamos hechos de medidas. Y el dolor, el temor, son mas grandes que el éxito que podamos obtener sobre ellos. Regresar a lo cotidiano, después de una guerra, debe ser algo difícil de entender, complejo de experimentar.
Hay sinfonías, también algunos conciertos, que concentran su fuerza, in crescendo, en puntos de la partitura que el compositor considera adecuados y, muchas veces -tal vez la mayor parte de las veces- esas sinfonías y/o conciertos concluyen con compases delicados, casi inanes, intrascendentes.
Uno queda reflexionando: «Después de la tormenta viene la calma» hasta diría que inevitablemente… lo que no quita un ápice de intensidad a la tormenta pasada, claro que no, solo que quedamos como desplazados, vacíos o vaciados, de aquellos momentos por los que vivimos en tanto peligro. Ahora somos «nosotros después de la tormenta».
El dolor y el sufrimiento es malo. Algunas personas, como tu, pueden hacer de esas experiencias una memoria que sirva para entender mejor porqué y para qué estamos aquí, en este mundo, en esta vida. Acrecentar nuestro amor, nuestra sabiduria o empezarlas. Ambos sabemos -es ridículo, pero no todo el mundo lo entiende bien, por desgracia- que vamos a morir, que algún día regresaremos a ese hospital y que, tal vez, no salgamos de el… así que entre hoy y ese aciago día en el futuro, cada día, cada hora y cada minuto, tienen que pertenecernos, tenemos que habitar cada momento de nuestra vida, ser quien queremos ser sin cortapisas, sin delaciones: aun podemos y debemos ser. No hay muchas oportunidades para ser feliz y hacer felices a los demás.
Y gracias por el secreto: «te voy a contar un secreto… He descubierto que si sabes disfrutar de las cosas más pequeñas…, no tendrás ni un solo día triste, inútil o vacío en tu Vida. Porque cada día ocurren mil cosas por las que sentirse feliz…»
Un beso querida Bea y Enhorabuena!!! Saludos cariñosos para todos aquellos que tanto han deseado tu pronta curación, en especial a tu Alvaro, un gran compañero donde los haya!!
Ahora: escribe mas ficción!!!
Nos leemos pronto Bea!
Un beso.
Querido Javier…
Como siempre…, qué comentario tan certero. Qué fácil me resulta reconocerme en tus palabras. Qué bien me explicas… :)
Por cierto, el otro día me comentaba una amiga de las que lee el blog, que siempre está atenta a tus comentarios… “Qué pasada, -me decía-, los comentarios de Javier…” Jajaja! Dice que hasta se sienta bien derechita ante el ordenador y se pone las gafas, preparada para leerte… Jajaja… Ahora que lo digo… Me pregunto si es que a mí me lee sin gafas… :(
Jajaja….
Me lo comentó con referencia al último comentario que hiciste en “La voz de las palabras”, en “Instantáneas y palabras”, pero se refería a todos tus comentarios en general. ¡Alucina!!! Tienes fans y seguidores, hasta en los comentarios que escribes en otros blogs… ;) Uf! Qué pasada!
Bueno, una vez dicho esto…
Cuántas verdades, Javier. Cuánta sabiduría en tus palabras.
Brillante analogía la de la reincorporación a la vida tras pasar una guerra. Cuánta razón tienes. Imagino lo que debe ser vivir una guerra, sufriendo, deseando constantemente que se acabe, viviéndola -como no puede ser de otra manera- de forma tan intensa, y de repente, cuando llega ese momento que tanto tiempo has ansiado y vuelves a casa, a tu vida “normal” sin guerra…, lo que debe ser acoplarse a esa nueva situación… Muy buena de verdad la comparación. Has hecho que cayera de lleno en esa situación, y me has hecho pensar mucho…
Y sí. Me has entendido perfectamente… Cuando llega la calma después de la tormenta, -esa calma que tanto has esperado-, uno se queda un poco parado… ¿Ya? ¿De verdad es YA, la calma? Estamos un poco vacíos. O vaciados. Como consecuencia de toda esa intensidad que hemos vivido como quien no puede vivir de otra forma, y ahora hay que acoplarse de nuevo a ser “nosotros tras la tormenta”. Y no es que sea difícil…, pero tiene su “gracia”. Su tiempo… Su tempo.
Tienes razón, las sensaciones -en el “después”- se quedan cortas… Qué curiosas nuestras medidas.
Gracias, porque sé que tu alegría es sincera, por mí y por todos mis seres queridos. Por Alva. Que como dices, es un Gran Compañero. Sería muy mezquino por mi parte no reconocer su relevancia, no sólo durante este último año, que ha hecho que mi vida sea mucho más cómoda, más feliz aún cuando parecía que no tocaba serlo…, sino durante toda mi vida, desde el mismísimo día que lo conocí. ¿Qué se le va a hacer? Es cuestión de suerte. Y las hay que nacemos con estrella… :)
Y no podías estar más acertado en cuanto a lo que comentas sobre el tiempo entre el hoy y el aciago día en que no salgamos del hospital, o no volvamos de un trayecto en coche o nos caiga la consabida maceta en la cabeza en un apacible paseo dominical… Cada día…, ¡cada minuto! ¡Ha de pertenecernos!!!
Debemos Estar. Debemos ser conscientes del fondo y constantes en las formas, para Vivir intensamente… Para Vivir.
Y lo del secreto no es un regalo… No creas. No es gratis. Requiere un esfuerzo, un saber mirar, un querer ver… Porque de lo contrario pasaremos -destrozándolas- por encima de las amapolas que crecen a la vera del camino, no nos tocarán los reconfortantes rayos del sol, y no sabremos reconocer la magia de cada vuelta a casa y el milagro que supone que haya alguien esperándote, dispuesto a brindarte una sonrisa que borre todo lo gris que haya podido tener el día… Pequeñas cosas. Milagros diarios. Pero hay que Vivir Dispuesto. Abierto. Con los ojos del alma receptivos…
Me alegro de que te haya gustado la primera frase… :) A mí también me gusta. Me parece una bella imagen.
Gracias por todo, Javier. Por estar ahí siempre. Es un lujo seguir contando contigo… :)
Y sí. ¡¡¡Una vez más tengo que darte la razón!!! Ahora… ¡¡¡A escribir más ficción!!!! Que no sabes las ganas que tengo… (Y tú también, por fi…)
Nos leemos pronto, Javier!!!
Besazo!
(Léase con la voz en castellano de Bruce Willis)
¡Ya te digo muñeca!
Por cierto, nena, ahí está la Harley esperando a que le des caña de nuevo ;)
Nos vemos en cualquier gasolinera… jejeje!
Vaya! No podía ser otro que Bruce Willis… Mmmmm… ¡Cómo me gusta ese hombre!!!!
Pues ya ves… Aquí estoy, con la marcha metida y dándole al gas a tope, esperando verte aparecer por la esquina…
A potencia 10!!!
:)
No te conozco y nos separa bastante camino , me dio mucho gusto volver a encontrar tus comentarios para RIFOX cariños susana
Hola, Susana!
¡Qué amable!
Yo tampoco te conozco, y lamento que no tengas un blog donde ir a «conocerte» un poco…, porque te aseguro que me pasaría por allí… :)
Pero te agradezco, MUCHO MÁS, que sin conocerme, hayas tenido la amabilidad de pasarte por aquí para participarme de «tu gusto» por encontrarnos en el blog de Rlfox… Yo también te he leído a ti, y me han parecido comentarios muy interesantes, y que además complementaban la información de Rafa, de forma maravillosa.
Un saludo afectuoso, guapa, o como tú dices: Cariños!
Mensajito para doña Susana: Soy RLFOX no Rifox ¬¬
:)
Aprovecho para saludarte querida Bea y mandarte un beso.
A potencia 10 ;)
Jajaja… No seas así, ¡hombre! Que seguro que fue un error tipográfico… ^^
Gracias, querido Rafa, besos también para ti, a igual potencia… ;)
Pasba por aquí y le dejo un saludo y un beso.
:)
a potencia 10 …
Siempre es un placer recibirte, y saber que has estado por aquí… :)
Yo he ido mal de tiempo, pero también tengo ganas de pasarme por «tu casa», a ver qué músicas, fotos y maravillas se cuecen… ;)
Mi beso no podía ir a menos potencia… MUAK!
Gracias Felipe… Qué honor y qué alegría saberte por aquí…
Un poquito larga, ¿no? La entrada digo…, ya te dije que soy pelín «intensa».
Lo sorry, pero de verdad… gracias!
Nos leemos muy, muy prontito :)
A mi me gusta cuando te pones evangelizadora ¿sabes?^^
Y totalmente de acuerdo con la parte de la entrada en la de que «te hacen querer cosas que no necesitas o hacerte pensar que necesitas cosas que no necesitas» El otro dia reflexionaba sobre ello. Soy de reflexionar muchas cosas de esas que luego pienso si estoy loca yo o que pasa^^
Y en cuanto al resto de la entrada^^ para ambientarla, conforme la iba leyendo me iba viniendo un tema a la cabeza, ya ssabes, yo y las canciones y esas historias. Asi que te dejo el tema, aunque crreo que te lo deje en otra ocasion, solo que esta te lo dejo con video, aunque bueno el video es un poco as como raro, pero son unos elegantes^^
Un besazooooo
A ver… Voy a escucharlo y verlo, mientras te contesto…
En cuanto a sobre las cosas que reflexionas…, eso está muy bien. Y de loca nada, querida, al contrario…, yo creo que lo que hay es mucha falta de reflexión… Si más gente se parara un poco a pensar y reflexionara un poquito, puede que quizá, sólo quizá, las cosas fueran un poco mejor.
Yo soy de las que también me rallo…, no creas… Bueno, ya lo sabes… ¡Ya me lees! Me alegra saber que tú también eres «de esas»… Jajaja…
El vídeo tá bien…, hasta que empiezan a sangrar por todas partes, ¿no? Menos mal que para entonces acaba, de lo contrario no sé dónde podrían haber acabado las cosas… Jajaja… Pero está bien, rarito, como tú dices, y justito de gore. En cuanto a la canción está bien, pero me ha gustado mucho más «Star the revolution» creo que se llamaba, la de la entrada de mi cumpleaños… Aún estoy dando saltos…, se me ha quedado dentro, a pesar de acabar de oír ésta ahora…
Pero muy guay!!! MUCHAS GRACIAS… Una no sabe lo que le va a gustar hasta que no lo oye… Y gracias a ti, yo estoy aprendiendo mucho… ;)
Besazos, preciosa!!! ^^