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Subidoooooooooooooón!!!!

Jajajajajajajaja!!!!!

Me apetecía mogollón!!!!

Ya, ya sé que no se leen los subtítulos, es una pena. Pero de imagen y sonido era de los mejores… ;)

Escuchadla mientras leéis… y… DISFRUTADLA como felices diecisieteañeras y diecisieteañeros… ;)

Que la música nos invada y nos complete…

Yuuuuujuuuuu!!!!! Todo el mundo a bailar!!!!!

¡Dios! Con tanto amor… :)

………………………………………………………………………………………….

de autor desconocido

de autor desconocido

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Por un instante creí que sonaban tambores y trompetas. Crótalos y claves de suave madera. Que el sólo de guitarra eclipsaba al de batería, y después de que temblaran propios y extraños, el silencio que precedía a la tormenta rompía ventanas de terciopelo y  dibujaba sobre el cielo almas de cristal.

Por un momento pensé que ese mismo cielo se abriría y lloverían caramelos sin azúcar con forma de suaves ositos de mil colores…

Imaginé que la primavera nos invadía en pleno otoño, y almendros y cerezos abarrotaban sus ramas de flores que implosionaban de repente en increíbles fuegos de artificio…

Pero nada de esto estaba pasando en realidad…

Aunque aún ahora podría jurar que algún osito de gominola me golpeó en la cabeza y cayó a mis pies. También que me pareció ver fuegos artificiales al otro lado de la ventana, mientras una voz me susurraba al oído que todo iba a ir bien…

Pero no.

Nadie susurraba a mi oído.

Era Carañana. Mi oncólogo. El brillante, profesionalísimo y dulce -hasta sin proponérselo- Carañana, desde la otra parte de la mesa, -mientras yo, atrevida, en un arrebato me agarraba a su mano…- diciéndome…

No. No hay nada.

No hay metástasis.

No. No es cáncer.

…………………….

No. Esta vez no. No es cáncer.

……………………..

de "imagenesyfondos.net"

de «imagenesyfondos.net»

Jajajajajaja!!!!

Fue como si toda la música del mundo sonara en mi cabeza a la vez, en perfecta armonía y sin desafinar ni un pelo… :)

Si pudiera explicaros… Si pudiera encontrar las palabras -y ordenarlas de la forma precisa- para poder transmitiros todo lo que sentí…

¡Lo que sentimos! Porque contra todo pronóstico fue Alva el que se echó a llorar sin poder evitarlo, mientras Carañana se encontraba sin saber muy bien cómo, consolándolo entre sus brazos… Sí… Jajajaja… Carañana -que no es muy dado a tiernas demostraciones de cariño- tiene un trabajo con nosotros…. Jajaja…

Aunque yo diría que ya le va cogiendo, además del tranquillo, el gustito al asunto… :)

Mientras tanto, yo daba saltos como un muelle sin frenos, arriba y abajo, la boca a punto de rompérseme a la altura de las orejas, de tantas risas como no me cabían… Y abrazaba a Luisa. Tan enérgica, tan fuerte, tan tierna…

Tampoco he dejado de reír mientras me abrazaba a Carañana en una mezcla perfecta de gratitud bien entendida y cariño infinito…

He llorado más tarde. Muchas veces.

La última hace apenas diez minutos…

¡Qué gusto!!!! Qué liberación…

Son como arrebatos. Ataques de alegría. Orgasmos de dicha inmensa.

De repente pienso:

¡No! ¡No tengo más cáncer! De momento no más quimio. No más radio. Quirófanos ni miedo a la muerte inminente. No de momento. No por ahora.

No.

Esta vez no es cáncer.

Y la alegría que te ataca, -te suma, te embiste y te recorre de arriba a abajo y  de este a oeste-, es ¡tan grande!

Tan inmensa. Tan arrolladora. Tan intensa, sublime y excelsa…, que o lloras o revientas. Y puestos a elegir, oye…, pues casi prefiero echarme a llorar.

Alguna vez también lloro de rabia. Me da un poco de vergüenza…

Pero no puedo evitar pensar:

de "galeria.dibujos.net"

de «galeria.dibujos.net»

¡’Dita sea!!!! Hay que ver lo frágil de nuestra estabilidad… Que delgado es el filo que separa nuestra sensatez de nuestra locura… Ahora estamos felices como almejas (almejas felices, claro)… Pero si en lugar de un “no”, hubiera sido un “sí, es cáncer, otra vez”…, ahora estaría…

No sé.

La verdad es que no sé cómo estaría. Pero no desde luego como una almeja feliz.  Ni de lejos.

(Cuando le he leído la entrada a Alva, justo antes de publicarla, en este momento ha dicho: “Pero iríamos al chino igual.” Porque vamos a ir al chino a por cena!!! Es su modo de decir que si las cosas no hubieran salido tan bien como han salido, lucharíamos con uñas y dientes desde la felicidad, la esperanza y la alegría… ¿Cómo no adorarlo?)

Aunque íbamos preparados para lo peor también.

Preparados para lo peor, pero esperando lo mejor :)

Y una vez más, increíblemente, la suerte (porque lo sé, no es más que suerte) me ha sonreído, y aquí estoy…, compartiendo lo felices que estamos…

TAN FELICES!!!!!!!!!!!!!!!

GRACIAS.

GRACIAS A TODOS por el interés.

Por las muchísimas lecturas a la entrada. Por los mails. Por las llamadas. Por los wassaps (o como se escriba) al móvil de Alva. Y a los comentarios…, enseguida os contesto, aunque con Mari ya he hablado… :) Y Rafa ya me ha escrito… :)

¡¡¡Dios!!!! (Ya sabéis…, siempre como expresión.)

Quiero un poco más de Vida antes de la mucha Muerte…

Y no voy a reparar en gastos… VOY A VIVIR.

A Vivir como siempre deberíamos Vivir sin necesidad de amenazas externas a nuestra frágil integridad física…

de "es.123rf.com"

de «es.123rf.com»

COMO SI SIEMPRE FUERA FIESTA…

Como si siempre fuera fiesta y del cielo llovieran caramelos sin azúcar de mil colores… :)

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Con amor.

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Querida Majo…

Sí, querida.

Claro que querida.

Por supuesto que querida…

El “querimiento” es libre. Y aunque a veces tiene que ver con el roce -el que hace el cariño-, en ocasiones éste no es necesario.

En ocasiones basta con sentarse a cenar con alguien una sola vez -a la luz de la luna-, para que la comodidad, el entendimiento y la complicidad que fluyen libremente, desencadenen lazos de cariño dignos de no olvidarse nunca.

Eso nos pasó el año pasado. Aquel sábado 17 de septiembre, en que la boda de nuestro amigo Javi propició que nos conociéramos  :)

Querida. Claro que querida  :)

Y tú no querías dejar un comentario en el blog, porque según tus incomprensibles palabras “no estaba a la altura”. Bien. Pues mira si han estado a la altura tus palabras, que han propiciado, no sólo una respuesta, sino una entrada… La entrada, después de casi dos meses sin poder escribir…

Lo cierto…, es que apenas si me reconozco en la Beatriz de la que hablas… De hecho, he ido releyendo mi propio texto porque ni recordaba de qué iba, y las cosas que había dicho…

Y, ¡caramba! No sabía que leías mi blog. Pero!!! ¿Cómo nunca antes habías dejado un comentario? ¿Qué tonterías son esas de “no ser dignas de semejante blog” y otras perogrulladas por el estilo? Y más, viniendo de ti, que me consta que te relacionas por e-mail con personas notables, incluidos dirigentes de importantes empresas y personal diplomático… :)

Tu comentario, querida Majo, éste -y todos los que al final has decidido no dejar en el blog- es importante. MUY IMPORTANTE. Tanto, ¡fíjate!, que en esta ocasión ha derivado en una nueva entrada… Y no una entrada cualquiera, como decía antes, sino en la primera entrada después de mucho tiempo sin escribir, porque es cierto que estoy sin fuerzas. Cero. Menos que cero. Y en consecuencia, sin ganas.

Y si me lo permites, preciosa, quiero incluir en este sincero e intenso agradecimiento que te escribo, a todas las personas que como tú -gracias al cielo, finalmente has decidido hacer- me han dejado algunas palabras de ánimo y cariño al final de mis escritos…

Son vitales. Es vital cualquier comentario a una entrada, -independientemente de por todo el cariño y ánimo que me enviáis-, porque convierte un monólogo en un diálogo. Un soliloquio frío en una cálida conversación.

Las palabras que lanzo al espacio -el virtual y el otro- no se pierden en el éter, no mueren en el figurado papel. No son un espejismo, porque del otro lado alguien las lee… Y la única forma que tengo de saber que esto es así, que verdaderamente le han llegado a alguien, es que ese alguien lo diga.

Por eso no hagas nunca, -¡NUNCA!- de menos, el comentario que dejas escrito en un blog. En cualquier blog. Porque para mí es la única forma de saber que no estoy sola. Que más allá de mis palabras, hay alguien. Que el compartirlas -con el esfuerzo que la mayoría de veces eso me supone- tiene sentido. Dais, con vuestros comentarios, sentido a lo que escribo. Porque escribir tiene poco sentido si nadie lo lee.

Yo sé que vamos mal, muy mal, de tiempo. Que Internet es tan vasta que es imposible… Pero detenerse a dejar unas palabras en un blog que nos ha sorprendido, agradado o incluso enfadado, es un acto de generosidad que a menudo acaba reportándonos situaciones maravillosas… O que cuanto menos nos enriquece. A ambos. Al que da y al que recibe. Y lo digo por propia experiencia… He conseguido algunos de mis mejores amigos en la red, porque un día entré en sus blogs y dejé un comentario… :)  Y viceversa, aunque mucho menos. (Saludito, Sonia Guitarrixxxta!!!)

Pero si además, querida Majo, el comentario es tan rico y hermoso como el que tú me has dejado, entonces no hay excusa posible…

Aunque es obvio que te has pasado, y ya te he dicho que apenas si me reconozco en muchas cosas de las que dices… Y es que estoy…, querida amiga…, bajo mínimos.

Estos últimos goteros -los últimos cuatro de los ocho totales- están siendo devastadores con mi cuerpo. Y algo que recién he aprendido, es que cuando de verdad físicamente no puedes más, aunque al principio te resistas, acaba siendo fácil que pueda con tu ánimo también.

Tengo que reconocerlo en voz alta para que para mí tenga sentido:

Me llamo Beatriz Camps. Tengo 46 años. Y la quimioterapia para curar este cáncer de pecho, está pudiendo conmigo.

No siempre. No definitivamente. Pero sí a ratos. A ratos puede conmigo. Imagino que, principalmente, porque es muy largo. Se eterniza en el tiempo. Son casi seis meses desde aquel 9 de febrero que empezamos con el primer gotero, y creedme que eso son muchos días con muchas horas -en ocasiones parece que el día se haya alargado y tenga más de 24-, no sólo para sentirse mal… Sino cada vez, sentirse peor.

Además, mientras uno tiene cáncer, la vida no se para. El mundo no se detiene, ¡qué va! Y algunas de las cosas que pasan a mi alrededor, en mi entorno más directo…, tampoco están ayudando demasiado. Alguna, en concreto, está trabajando en contra.

Pero…, ¡bueno! Esto es la vida. Y como se suele decir: Nadie dijo que fuera fácil.

Ahora sólo puedo centrarme en que esto pasará. Pasará. Y volveré a sentirme fuerte…

Llevo dos meses sin escribir porque no he tenido fuerzas para hacerlo. Ahora, de hecho, estoy haciendo un esfuerzo impresionante. No sólo anímico, sino físico también.

Nunca en mi vida había sentido tanto cansancio… Claro, que nunca antes me habían puesto quimioterapia. Es la primera vez que mi cuerpo pasa por esta experiencia. Y nunca me había sentido tan débil. Tan débil que cuesta creer que algún día dejarás de sentirte así, y volverás a tener fuerza para poder llevar adelante las cosas más sencillas.

¡No sabes, Majo, cómo lo deseo!!!

En fin.

Gracias, guapa, por tus hermosas palabras… No me cabe la más mínima duda de que Adela tiene una mamá magnífica que hará todo lo que esté en su mano para que se convierta en una personita buena y feliz. (Y su papá Borja también, claro!)

Y siempre será un placer recibirte aquí… Aunque espero que, si verdaderamente lo deseas, no dudes en dejar un comentario sin plantearte según qué tonterías… :)

Y… Quiero pedir disculpas… Ya sé que parece que siempre me repito, pero es la verdad. A todas las personas a las que he dejado de contestar e-mails, SMS, frecuentar sus blogs…

No sólo es que no tenga fuerzas, es que tampoco tengo mucho bueno que decir. Sobre mí me refiero. Y no me mola nada lo de escribir para decir que no estoy bien. Pues, ¿cómo voy a estar? Jodida. Bastante jodida. Y gritarlo una y otra vez a los cuatro vientos no me ayudará a mejorar.

Hacer un esfuerzo para contar bueno, pues bien…, se hace. Como decían los cómicos: Si hay que ir…, se va. Pero ir “pa ná” -o como en este caso, para repetir lo mal que estoy- es tontería.

No os citaré uno a uno…

Pero sé que cada uno sabe que estoy pensando en él -o en ella-, que os quiero, y agradezco toda vuestra preocupación e interés por mí…

Una vez más, -y nunca la última-… Gracias a todos. Sabéis que os llevo junto a mi corazón…, siempre.

Y a ti, querida Majo, artífice de esta entrada, hacerte llegar mi más encarecida gratitud, porque tu comentario de ese día me llenó de ilusión y de fuerzas. A mí y a Alva, que también le emocionó mucho, y casi se le saltan las lágrimas cuando se lo leí.

Me llegaron tus palabras un día en que estaba “muy bajita”, -como todos los días de estos últimos meses-, y fuiste una inyección de alegría… Leer, sentir tu cariño, me dio un empujoncito vital para ayudarme a combatir el desánimo de estos últimos tiempos… Gracias, gracias y gracias.

Ojalá pronto pudiéramos llegar a compartir otra cena como la de aquel sábado 17 de septiembre… Sólo recordarla me hace sonreír, y ahora todas las sonrisas del mundo me parecen pocas. Aunque como sabes, Alva se encarga de que todos los días -tengamos, o no, fuerzas o ganas- yo tenga mi ración naranja de risas, sonrisas y hasta carcajadas… Mi Alvangelito… :)

Me hace mucho bien saber que estás -estáis- ahí…

Fuisteis muy importantes al principio de esta larga caminata… Cuando tan asustada estaba, y aún no sabía todo lo que me quedaba por delante… Pero no lo sois menos hoy que parece que, al menos, la primera parte de este duro combate, va lenta, -pero concienzudamente-, llegando a su final…

Y eso me lleva a una noticia que por brillar con luz propia…, se merece -como tú- también, otra entrada…

 

Con amor.

 

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Intento comprender.

No.

No me refiero a “por qué a mí”. Esa siempre me ha parecido una pregunta absurda. Ridícula. Estúpida.

En todo caso, ¿y por qué no a mí?

Pero no. No me refiero a por qué un cáncer entró de repente en mi vida. Ni por qué estoy teniendo que vivir todo lo que estoy viviendo.

No.

De verdad que no me refiero a eso.

Lo que intento comprender es…

¡¡¡No lo sé!!!

Pero intento comprender algo. ¡Algo, maldita sea!

Imagino que es la necesidad de creer que todo tiene algún sentido. Que las cosas no pasan porque sí.

Que no será absurdo. Que no será tiempo perdido. Que no será tan denigrante…, si logro encontrarle a todo esto un sentido. Todo lo llevamos mejor cuando conseguimos explicarnos las cosas. Cuando podemos interpretarlas. Entenderlas. Controlarlas de alguna forma.

El sol hace aguas por el oeste, y la noche comienza a rellenar los huecos que ha dejado el día.

A estas horas, y después de haber pasado toda la jornada encerrada en casa, -cual aplicado vampiro huyendo del sol-, suelo, si encuentro las fuerzas, salir a respirar un rato a la terraza…

Recojo mi cansancio extremo, mi dolor de piernas, de pecho. De cabeza, según el día. Y todos juntos nos arrastramos hasta colocarnos bajo un hermoso cielo que ya luce alguna estrella, que exhibe un Venus arrogantemente cercano. Apabullantemente hermoso.

Mis irritantes llagas en la boca y las violentas ulceras en mi vagina y alrededores, se vienen conmigo porque al parecer me han cogido querencia, y no logro dar un paso sin ellas. Qué monas.

Me llevo también conmigo todos mis miedos… Por sacarlos de casa más que nada, y que ésta se ventile un poco. Quisiera abandonar por el camino la frustración, la tristeza y la desesperante sensación de desidia e indolencia que, últimamente, viven completamente pegadas a mi piel.

Pero sé que es en vano. No van a abandonarme así como así. De modo que ahí estamos todos y todas. Hechos una heterogénea pelota de mierda concentrada, que es lo que siento que ahora es mi vida.

Porque… ¿Para qué vamos a engañarnos? Esto es una mierda.

Pero no una mierda mona. Una mierdecita chachi. Cuqui. No. Es una mierda como la copa de un pino. Pero un pino alto. Frondoso. Impresionante. Como un pino con vocación de baobab.

Que sí. Que sí. Que hay que intentar llevarlo bien. Que hay que ponerle buena cara al mal tiempo. Que hay que estar agradecida por seguir viviendo, ¡¡¡que por supuesto que lo estoy!!! Que hay que ponerle ganas. Alegría. Sal. Un poquito de azúcar. Ilusión. Esperanza. Cominos, menta e incluso una pizca de pimienta de Paprika… Pero…

No nos engañemos. Eso no cambia las cosas.

Se mire por donde se mire… Es una mierda.

Y eso que yo soy experta en desdibujar el dolor. ¡De verdad que lo soy!

Se me da como a nadie encontrar el rayito de sol en las noches cerradas. El punto dulce en un plato amargo. La amapola sonrosada entre zarzas y ortigas. Pero… ¡joder! Yo también me canso. Y me asusto. Me desgasto.

Estas últimas semanas han sido terribles.

Nunca. ¡Nunca! Me había sentido tan mal, física y anímicamente, en toda mi vida.

Un absceso maldito retrasó el cuarto gotero, ¡¡¡tres semanas!!! Todo un ciclo. Llevo más de cinco semanas con un antibiótico de 875…, más la infección. Más toda la quimio anterior…

Varias veces al día pensaba que iba a morirme… De repente. De verdad. Ahí. Muy quieta. Tirada en el sofá.

Como un alma en pena. Muerta de sueño y sin poder dormir. Con un dolor incomprensible atenazando cada centímetro de mi piel… Sobre todo en el pecho y la axila derechos. Arrastrándome hasta el baño, -porque al desplazamiento incierto y lento de mi cuerpo por casa no se le podía llamar andar…-, para deshacerme en diarreas. Y las llagas. La erupción en la piel. Los cambios radicales de temperatura. La poca hambre, o la ansiedad voraz por llevarme a la boca cualquier cosa, que de repente sabía a cualquier cosa menos a lo que era… La acidez. La angustia constante… La obsesiva protección del brazo para que no le pase nada, pues aún así me picó un mosquito y aquello comenzó a hincharse alarmantemente… Y me aterrorizan las nefastas consecuencias que sé que eso puede acarrear.

Y a la vez, claro, luchando por no parecer demasiado enferma, para no preocupar más de lo que ya lo están, a las personas que me aman y me cuidan…

¿Es o no una buena mierda?

Y eso, hablando sólo de lo físico… No digo nada de la mente. El talante. El ánimo.

He vivido aterrorizada durante días. Y aterrorizada de que se me notara… No sabiendo, de verdad, cómo iba a salir de éstas… Si iba a salir.

Creo que mi cuerpo recibió un golpe muy fuerte, que durante días afectó seriamente a mi cabeza. O a mi alma. No sé.

Mi físico, -lo que soy de materia-, se llevó por delante mi esencia. Quien de verdad soy. Y durante días estuve perdida.

Lo peor es que por momentos perdía la perspectiva. Sí, eso tan importante que no podemos perder, para no dejar de pensar que esto es momentáneo y pasará. ¡Qué fuerte! Me sobrecojo sólo de recordarlo.

Uah! Qué jodida he estado. Mal de verdad.

Y qué bonito el tiempo verbal en pasado, ¿eh? “He estado…” Reciente aún. Pero pasado al fin y al cabo.

El jueves de la semana pasada llegó aquello que durante tantos días -21 concretamente- habíamos esperado Alva y yo, y por fin, Carañana y Arlandis, fantástico oncólogo y maravillosa cirujana, dieron el visto bueno, y me pusieron el tan ansiado cuarto gotero…

Los efectos físicos, -los tan temidos daños colaterales- se multiplicaron e intensificaron… Jueves, viernes, sábado, domingo y parte del lunes…, para olvidar. De verdad. ¡Dios, qué mal!!!!

Pero… Poco a poco, muy poquito a poco, físicamente comienzo a levantar cabeza. Lentamente. Esto es muy lento. Además de que aún sigo con el antibiótico. Carañana no quiere arriesgarse, “como prevención”, dijo. Jo! Como acojona que tu médico se comporte tan precavido… Aunque se lo agradeces, claro, está tratando con tu vida… Pero intimida mogollón…

En fin. Así he vivido últimamente.

Y claro. Sin visitar blogs queridos: Javier,  Rafa, Sonia, Javi, Martita, Goizalde, «Noches»… Responder comentarios ni e-mails. SMS ni llamadas telefónicas. Sin fuerzas.

Se impone una disculpa. Un “lo siento” sincero y cariñoso a todos esos mensajes de ánimo…

Gracias. Mil gracias.

Y disculpas, mil y una disculpas.

……

Estaba preguntándome… Me pregunto si está bien…

Si está bien hacer público el dolor.

Y eso sin olvidar que soy una privilegiada. Lo soy sin duda. Lo sé. Por eso, entre otras cosas, odio tanto quejarme y poner de manifiesto mi dolor. Porque puedo aseguraros que mi situación, es una situación privilegiada. Es increíble todo lo que uno llega a conocer una vez se adentra en el mundo de la enfermedad ajena.

Me parece ridículo quejarme. No tengo derecho. Hay por ahí personas maravillosas viviendo verdaderos suplicios físicos… Cosas que uno no quisiera llegar a conocer nunca, ni por terceros.

El dolor es políticamente incorrecto.

Hablar sobre el dolor es incómodo.

A nadie le gusta ni leer, ni -créeme- escribir sobre el dolor.

Las miserias de uno no deberían airearse porque molestan…

Y yo tampoco concebí este espacio para incomodar a nadie.

Pero también me parece falso e injusto no contar la verdad tal y como es. Me da vergüenza que alguien con cáncer pueda leerlo y piense: “Esta tía, ¿de qué va? Que todo no es fiesta, y yujuuuuu, y la vida es maravillosa… Que esto es serio. Y es chungo….”

Pues sí. Es serio. Claro. Y chungo. De hecho puede llegar a ser muy chungo… Y difícil.

Y viviéndolo…, uno se da cuenta de que no termina de conocerse nunca. Es más, en estas situaciones uno siempre acaba recibiendo malas noticias sobre uno mismo… Y, sinceramente, con todo lo que uno ya tiene encima, ¡¡¡es lo único que le falta!!! Jajaja!!!

Pero… Es lo que hay.

De modo que hoy, sacando fuerzas de no sé muy bien dónde, he decidido sentarme a escribir porque sigo dándole vueltas…

Intentando comprender…

Bueno, por eso, y porque mi cuñada, Mari (Afortunada), como medida de presión -aunque yo prefiero verlo como un incentivo, jeje-, me prometió, si escribía pronto otra entrada en el blog, un foulard naranja de verano, para poder guardar el de invierno que me ha acompañado todos y cada uno de los días que he salido de casa hasta ahora, y que, francamente, empieza ya a ser insoportable por el calor… ;)

Intento comprender.

Comprender…

Comprender…

¿Y sabes?

¡¡¡Quizá lo que pasa es que no hay nada que comprender!!!!

No hay misterios eternos ni secretos inalcanzables… No hay más de lo que parece que hay…

Las cosas, sencillamente… ¡Pasan!

El melancólico otoño termina siempre convirtiéndose en un frío invierno… Pero tras el invierno nos alcanza siempre la incombustible primavera!!!

Y esa canción que tanto nos gusta…, se termina. Siempre se termina. Como decía el Cuervo: “Nunca llueve eternamente.” Y ninguna canción dura siempre, añado yo. Pero siempre puedes volver a escucharla.

Y los almendros se quedan tristemente desnudos, pero tarde o temprano vuelven a florecer. Y siempre parece que lucen más bellos que nunca.

La gente se muere. Sí. Toda. Incluso la que amamos con locura. La que por nada del mundo quisiéramos perder. Pero constantemente nacen niños inocentes a la vida. Niños que se convertirán en adultos, que amarán, serán amados, y acabarán volviendo loco a alguien porque también, -llegado su momento- morirán…

Es escalofriante de lo simple que es.

A ver… ¿Qué hay que entender?

Nada.

Porque además, no depende de que lo comprendas o no…, pasará igualmente.

Sólo existe algo que de verdad marca la diferencia. Algo que hace que las cosas sean maravillosas y distintas, aunque sean las de siempre…

Que las vivamos intensamente. De verdad. Que las sintamos. Que disfrutemos. Que nos duela lo que tiene que doler. Y nos haga feliz…, ¡cualquier cosa…!

Apreciar la vida es lo que hace de nuestra existencia algo vital… Lo que da sentido a lo que somos… A lo que nos pasa. A aquello que intentamos entender aunque su verdadero significado se nos escape de las manos, como nubes de agua de recuerdos…

No. No creo que haya nada mágico que entender…

Sólo hay que… Vivir. Ahí está la única magia.

Caminar por la vida estableciendo lazos que tengan sentido… Que te hagan mejor persona. Sembrando alegrías para que luego nadie tenga que decirnos eso de “de esos barros vienen estos lodos…” Dibujando sonrisas, porque puestos a dibujar…, qué mejor que impregnar el aire de risas… Gozando profundamente todo lo que hagas… Aunque te equivoques. De hecho, ¡por Dios! ¡¡¡Equivócate!!! Y vuelve a equivocarte hasta que te sangren las rodillas de tanto tropezar y levantarte, y volverte a caer, y volverte a levantar… Ama mucho. Hazlo intensamente. Hasta que te duela la piel… Que nada te sacie la piel… Y déjate amar.

Hay que ser muy tozudo para recorrer el camino…

De hecho, -pensándolo bien-, sí que hay algo que he alcanzado a comprender mientras escribía todo este rato…

Hay que vivir empecinado en vivir empecinadamente…

Sin tregua. Sin respiro. Sin concesiones.

Sin miedo. Sin paraguas. Sin red.

Aquí estoy. Y me sangran las rodillas. Pero estoy de nuevo de pie.

Mis pasos son aún inciertos. Pequeños. Vacilantes. Pasitos de bebé.

Hago con todas mis rémoras, mi dolor y la pesada carga de mi mochila -donde llevo la heterogénea pelota de mierda de la que te hablaba al principio- un apretado montón al que prendo fuego con una de las velas que siempre está encendida alumbrando mis sombras, y quemo todo lo que hoy me pesa demasiado para seguir cargándolo…

Durante toda la noche arderá en la hoguera de mis desdichas todo lo que me duele, y mañana… Mañana será otro día. Un día nuevo. Un día con el que empezar de nuevo como si fuera el primero. El sol saldrá inundándolo todo de Vida, y a mis pies quedará sólo un insignificante montoncito de cenizas… Cenizas de las que como el Ave Fénix, renacerán mis ganas…

De hecho…, ya andan renaciendo… :)

Yo es que soy de ganas revoltosas… Jajaja…

Porque esto es una mierda. Es cierto. Nada de lo que yo pueda decir podrá cambiarlo… Pero, una vez pasada la tormenta. Una vez pasado ya lo peor…, de momento, y hasta la próxima crisis… Yo puedo perdonarme mis debilidades y regalarme una bonita segunda oportunidad… ¿Por qué no? ¡¡¡Se la regalaría a cualquiera!!! ¿Por qué no voy a regalármela a mí?

No sé cuánto. Ni cómo. Ni de qué forma… Pero sé que quiero Vivir.

Eso, de momento, es suficiente.

Y prometo seguir intentando vivir empecinada en vivir empecinadamente.

 

Con  amor.

Intenso. Rabioso. Y excesivo amor.

 

 

Gracias a Álvaro. A mis padres. A Montse y a Armand, y a Pilar. A Mari, Marta, Rubén, Paco, Carlos, la Tata, Mariano, Consuelo, Celestino, María (Mariquilla), Sara, Laura, Nina y Pau. A Rafa (THC) y Ferdinand, Sr. Kawabuchi, Lai, etc. A Javier (Relatos tóxicos). A Helen (mi Helen). A mi querido Marco «por qué no?».Viva Méjico!!! A Sonia (Guitarrixxxta). A Javi y Mario. A Solveiga y Efraín. A Carmen (my darling teacher). A Manuel, Lucía y Lola. A Garci y Nur. A Goizalde. A Sorprendido. A «Noches»… Y a todos los que nunca entrarán aquí y como son muchos y es absurdo que los nombre, no lo hago, pero que siempre están a mi lado. Y a todos los que alguna vez hayáis entrado, hayáis leído, y aunque no hayáis dicho nada, habéis pensado con cariño en mí…

A todos: GRACIAS.

Quisiera que existiera una palabra más descriptiva y contundente para poder expresaros lo que siento…, pero de momento, y hasta que inventemos algo nuevo… GRACIAS.

 

Otra vez con amor.

Y otra vez intenso, rabioso, y excesivo.

 

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No está siendo fácil.

Ni tan difícil tampoco.

Es, sólo, radicalmente diferente.

Desconcertante muchas veces.

Muy cansado.

Lo peor es la sensación de no tener el control. De estar en manos de “lo que vaya viniendo…”

Esta jovenzuela que os mira desde el pasado…, una noche cualquiera, antes de salir de marcha, sorprendida en el cuarto de baño por su hermano -más jovenzuelo aún, apenas un adolescente…, yo debía tener como 18 ó 20 años, y mi hermano recién cumplidos los 14 ó 16-, estaba comenzando a Vivir su vida de futura adulta en el mundo…

A pesar de lo seria que estoy, -imagino que estaba tratando (inútilmente, jajaja!) de poner una cara interesante, y es que a mí se me ha dado siempre muy mal el temita de posar para las fotos… :( -, era un mujer feliz, que venía de una de las infancias y adolescencias más felices que yo conozca…

El mundo se abría ante mí con todas las maravillosas posibilidades existentes, y un puñadito más que yo -estaba convencida- sería de capaz de inventar para hacer de mi vida, una Vida cuanto menos feliz.

Y bien. Así ha sido.

Se podría decir que esta foto conmemora, -de alguna forma- uno de los diferentes re-nacimientos que, desde que venimos al mundo, vamos asumiendo según quemamos etapas y vamos construyendo nuestro camino.

Y hablando de fotos que marquen un antes y un después en nuestras vidas, y vista ya una de mi pasado más remoto, ahora tocaría una de mi más rabioso presente… Importante momento de re-nacimiento también… :)

Se puede decir que…, la primera foto, es la de una mujer que estaba en un momento crucial de su vida… Acababa de nacer a su vida de adulta… Momento fascinante donde los haya.

Y ésta…, también!!!!

Sí, porque ésta que os mira, agarrándose de los pelos -cortados ya-, haciendo el tonto con Montse, es la de alguien que acaba de nacer a la vida. Otra vez.

Y os juro que las dos… La de la primera foto, y la de la izquierda de ésta…  ¡¡¡Soy yo!!! Jajajaja…

Vale. Hace dos semanas y tres jueves, el día 1 de marzo de 2012, yo, una vez más…, volví a nacer.

He querido escribir desde entonces para contarlo, y de hecho así lo hice, pero por una cosa u otra no he conseguido plasmarlo definitivamente y acabarlo, y “subirlo” hasta hoy.

Pero ese jueves fue un día feliz. Muy FELIZ.

De hecho, fue uno de los días más felices de mi vida.

Desde ahora, el 1 de marzo será la segunda fecha de mi cumpleaños. :)

El jueves 1 de marzo era un día muy importante. No sólo porque al ser día de gotero -el segundo de los ocho de quimioterapia que tienen que hacer por salvarme la vida-, me hacían la analítica previa, sino porque ese día…, se despejaban también otras muchas dudas con respecto al futuro más inmediato de mis días.

Vaya por delante que la analítica previa, que es la que dice si podrán darte el gotero o no, dependiendo de los resultados del hemograma…, salió PERFECTA.

Dijo el doctor Carañana, mi oncólogo, que estaba tan sana como antes de ponerme el primer gotero.  :)

Pero no era sólo eso lo que se dirimía ese jueves… Sino los resultados de esas pruebas que quedaban pendientes, y que iban a determinar, para siempre, la forma de mi vida…

Esas pruebas, -el rastreo óseo, la revisión ginecológica y la ecografía de abdomen, estudiando hígado, páncreas y riñones-, eran definitivas para saber si el cáncer de pecho era una metástasis de algún otro órgano con cáncer, o quizá él se había extendido, o sólo se quedaba ahí, donde ya está, en un cáncer de mama y punto.

Imagino que comprenderéis la diferencia…

Pues bien, todas las pruebas han dado NEGATIVO. Falta el resultado de la citología, pero la ginecóloga dijo que la ecografía interna estaba bien, todo normal, así que todo hace presagiar que por esa bendita zona no hay nada malo… Pero a mí me preocupaba mucho el rastreo óseo, y sobre todo la ecografía abdominal… Conozco, por desgracia, algún cáncer que empezó pareciendo un cáncer de pecho “a secas”, y terminó siendo una ramificación de hígado, y tristemente no acabó nada bien… Aunque también es cierto que de eso, hace bastantes años. (Un beso enorme, “Sra.” Susana allí desde donde, estoy segura, sigue velando por nosotros, con su inmensa alegría. No la olvido.)

Por cosas así estaba aterrorizada.

Cuando el doctor Carañana confirmó que todo estaba bien… Que todas las pruebas habían dado negativas, yo… ¡¡¡Comencé a dar botes en la consulta!!! Botes de verdad, como un muelle!!! Apreté el brazo derecho contra mí, sujetándome el pecho, y…, venga saltar, botar y rebotar!!!! El doctor y la eficiente y maravillosa enfermera, Julia, no daban crédito y acabaron riéndose, contagiados de mi alegría… Y…, bueno, salí bailando de allí, y no dejé de hacerlo en todo el día… Tanto, que hasta última hora del día, el cansancio físico del gotero no pudo con el subidón de adrenalina, felicidad y Vida en vena -nunca mejor dicho- que yo llevaba.

Por cierto… Esta es mi mami, arreglando el desaguisado que hice en el segundo corte… De ése no pongo ni fotos… Jajaja… ¿A que está guapa mi mamá?

La siguiente será de cómo acabó esa mañana. Pero ahora sigo contándoos por donde iba… :) 

El jueves fue, junto al día de la operación, -en que cuando desperté miré bajo las sábanas y vi allí mi pecho, y la doctora Arlandis se pasó para decirnos que todo había ido más que bien…-, los dos días más maravillosos desde que todo esto comenzó, en plenas Navidades…

Además, ese jueves, borró de un plumazo todo el dolor, el sufrimiento y el miedo que hemos sentido todos estos días atrás…, desde que empecé a hacerme todas las pruebas…

Ya no existe ese dolor. Ni ese miedo. Es como si nunca hubieran existido. Ya no son útiles. Ya no tienen razón de ser. Ya son historia.

Hoy sólo me queda una ALEGRÍA inmensa, y una GRATITUD infinita a la vida, por ser, una vez más, tan generosa conmigo. Soy, definitivamente, un ser muy AFORTUNADO. La vida ha sido -otra vez- tan buena y benevolente…, poniéndome duras pruebas que pasar…, pero permitiéndome superarlas. Apretando, como dicen…, pero no ahogando…

Soy consciente de que…, no entiendo por qué, pero no todo el mundo tiene las mismas oportunidades… Ni está rodeada de gente especial y maravillosa…, como yo.  :)

Creedme. Difícilmente, en esta vida, se puede ser más feliz de lo que yo lo fui ese día. Y sigo siéndolo…, por supuesto.  :)

Y teníais que ver la cara de Alva…, mi chico! Se le ve tan guapo cuando está tan feliz…  :)

A pesar de que…

A ver…

¿Por qué he tardado tanto en escribir, entonces?

Bueno. Porque, como siempre en la vida, ha habido de bueno, y de no tan bueno…

Vale, hasta aquí la de arena… Ahora viene la de cal…

Pero antes…

¡Otra foto!

 ¡Qué perra!!! Jajaja… Hoy me estoy ahorrando buscar fotos en la Red… :)

Fuera de bromas… Quien me conoce a fondo sabe lo que me está costando poner estas fotos mías… Para mí es terapia… Jajaja!!! Pero, la verdad… ¡¡¡Es que me lo estoy pasando bomba!!!

Y después del corte -de la foto de antes-, cuando mi mami acabó, entré corriendo -huyendo del sol que no puede darme en la piel-, me maquillé un poco para la ocasión, y salí a inmortalizar el momento… :)

Jajaja….

Vale. Pero hablaba de lo que me ha impedido escribir y conectarme, -como me hubiera gustado-, durante todo este mes pasado…

Una, el cansancio. El cansancio por la quimio ha sido la tónica general de este último mes… Y está bien. ¡Os juro que no me quejo!

Aunque resulta muy extraño estar cansada por “nada”. Estar cansada “sin hacer nada”. Pasarte todo el día “descansando” y seguir rematada e irracionalmente “agotada”. Los ojos se me cierran. Me duelen las piernas. Bostezo sin parar… ¡Pero sin parar!!! A veces puedo pasarme dos o tres horas bostezando compulsivamente, mientras me lloran los ojos y comienza a dolerme la mandíbula… Jajaja!!! Es desesperante. Como cuando tienes hipo y no consigues quitártelo con nada…

Quieres “estar ahí”. Rebelarte contra ello. Luchar. Pero al final comprendes que no tiene sentido esa lucha… Si ahora toca estar cansada y no poder encender ni el ordenador, pues…, es lo que hay.

Lo que pasa es que esa lucha física se convierte en una lucha psicológica contigo misma. Todo el rato te dices que tienes que asumirlo, que tienes que dejarlo fluir, que no tienes poder para cambiarlo.

Y yo sé que “la capacidad de adaptación al medio” es uno de los rasgos más importantes de inteligencia.

– Has de ser inteligente ahora, Bea -me digo constantemente-. Déjate hacer. Fluye con lo que ahora te toca vivir. Ni te censures, ni te castigues. No te presiones. No pierdas la perspectiva tampoco. Esto pasará. Sólo tienes que resistir. Resistir. Resistir y aprender de lo que estás viviendo… Todo encierra una enseñanza. Quizá no un “por qué”.

No busco un por qué.

No necesito una explicación.

Sólo quiero tener la templanza, el valor y la perspectiva para pasar todo esto sin que “esto” no pase sencillamente por mí… Como sin tocarme. No. De todo se puede aprender y yo quiero hacerlo… Esto es demasiado “importante” como para pasar por ello de puntillas… Seguro que hay mucho que puedo aprender…

Y en ello estoy.

Aprender, por ejemplo, que mi maravillosa y larguísima melena de abundantes y negros rizos ya no está. Y no pasa nada. Parece una chorrada. Pero no lo es. Sencillamente hay que estar ahí. Hay que pasarlo… De todo se aprende…, si quieres. Y yo quiero.  :)

Aprender, -o recordar más bien, porque ya sabía…- que el Amor, como decía el doctor Bernard S. Siegel, en su maravilloso libro, “Amor, medicina milagrosa” (libro que leí por primera vez hace más de veinte años, y que de vez en cuando releo, y que os recomiendo encarecidamente…), es en verdad un medicamento prodigioso. Y que lo estoy recibiendo a manos llenas de muchos, muchos de vosotros. Y que recibir tanto Amor, es una bendición.

También que no lo he recibido de todos cuanto esperaba…, y eso, sino a curar, también está enseñándome cosas… Y aunque no todo es grato de aprender…, todo es importante aprenderlo.

Aprender humildad. Sí. Siempre me he visto como una persona poderosa con un cuerpo poderoso. Fuerte. A Alva le gusta presumir de que tiene una “novia fuerte”. Y es cierto!!! Soy “fuete”. Jajaja!!!! Soy de las que carga sin rechistar carretillas llenas de escombros; que en las mudanzas coge siempre los muebles más pesados; que no le hace ascos a tirar de sierra y talar con Alva, los troncos más grandes…

Y todo eso, ¡oye!, sin perder un ápice de femineidad, ni un puntito de glamour… Jajaja!!! Que el ser fuerte y atlética no está reñido con ser sexi y coqueta. Ni mucho menos!!! Es más, aunar los dos conceptos puede llegar a ser de lo más seductor… Jajaja… El caso es que nunca me ha gustado ser una blandengue remilgada. No me importa que lo sean otras si les va ese rollo. Está bien, pero a mí no…

Siempre me he sentido orgullosa de mis biceps, de mis abdominales (que siguen escondidas tras una capita de grasa en la barriguita), de mis poderosas y potentes piernas con gemelos de acero -de patinadora-… No soy una culturista. Tampoco es eso. Pero siempre me ha gustado estar fuerte y atlética… Siempre luchando contra las excesivas redondeces y los kilos de más…   :(     Jajajaja!!!!

Lo cierto es que mi cuerpo siempre ha sido importante para mí… Y hoy estoy teniendo que aprender que mi cuerpo tiene vida propia…, que sigue su propio ritmo, que está cansado y fuera de combate por más que yo me empeñe… Y sólo puedo aceptarlo. Y no dejar de sonreír.

Humildad…

Y que aún así es hermoso. Es útil. Es válido. Es precioso!!! Lo que yo decía -aunque no lo parezca… jajaja-, humildad, queridos… Humildad.

Bueno, pues justo al día siguiente de ese jueves maravilloso, es decir, el viernes 2, teníamos consulta con Cirugía. La herida parecía ya cerrada del todo, tenía muy buen aspecto, todo parecía presagiar que nos dirían que, en ese sentido, todo había acabado.

Pues…, va a ser que no.

La doctora Arlandis, que al principio se mostró muy contenta al ver la cicatriz… Imagino que satisfecha del resultado de su trabajo en quirófano, descubrió de repente una pequeña zona con aspecto “raro”. Pinchó. Y sacó…, no seroma, como hasta entonces…, sino pus!!!!

¡Vaya por Dios!

Y no poco… De hecho, había tanto, que allí mismo pidió un poco de anestesia local, el bisturí, y volvió a abrir por la cicatriz…  :(

Os ahorro la descripción de lo que ocurrió y os resumo las consecuencias…

Nuevo absceso descubierto. Teta abierta de nuevo. Herida mechada una vez más!!! Antibiótico otra vez. Y claro, otra vez candidiasis… :(  Amén de más dolor, obviamente.

Y un poco de frustración también… A ver. Me operaron el 16 de enero. La herida curó PERFECTAMENTE, en un par de semanas. Todo fue perfecto hasta que me quitaron los puntos. Fue entonces cuando empezaron los «problemas», por decirlo de alguna forma… Tonterías, nada serio. Un punto infectado. Un poco de herida abierta y cicatrizando lentamente. Pecho lleno de seroma que hay que ir drenando. Nuevo absceso encontrado y herida abierta otra vez…

A ver… Que lo importante está bien. Lo sé. Pero este retraso en la herida «física», ralentiza las cosas y no ayuda a hacer el día a día más fácil. Ni física ni psicológicamente. Que se está eternizando algo que debería estar ya bien hace más de un mes…  :(

En fin. Esto son incidencias de campo. Minucias, en realidad. Soy consciente. Son contrariedades. Circunstancias que no cambian lo esencial… Lo maravillosamente esencial!!! :)

Que estoy sana!!! :)

Sólo retrasan un poco el proceso de volver “físicamente” a “la normalidad”.

Y eso sí. Ponen a prueba constantemente mi paciencia. Mi capacidad de perspectiva. Para no enfadarme. Para no ofuscarme. Para trabajar con la idea de que lo importante está bien, y esto es algo que hay que pasar…, poniéndole buena cara al mal tiempo…  :) 

Resulta revelador observarse a una misma… Y más cuando ahora -parada por «el cansancio»- tienes tanto tiempo para pensar y darle vueltas a las cosas… Analizarse, autoevaluarse… También juzgarse sin poderlo evitar… Y, ¡maldita sea! Yo siempre he sido mi juez más dura, mi crítica más feroz… Ahora estoy teniendo mucho tiempo para trabajar eso y practicar lo de ser más paciente y benevolente conmigo misma…

Bien. Pues eso hay. En esas estamos…

Así ando…

Jajaja…

Dios!!!! La vida es… Sencillamente fascinante…

Para acabar, y una vez más, daros las GRACIAS, -y esa bendita palabra empieza a quedárseme muy pequeña-, a todos, por todo el cariño…

Aquí estoy. Aquí sigo.

Por último. Ésta soy yo, hace apenas unos días. Cuando yo solita, -no me preguntéis cómo- di buena cuenta de casi todo el pelo que me quedaba… Jajaja!!! Ni mi mami, ni Montse, -que han sido mis peluqueras oficiales-, podían creer que hubiera podido hacerlo yo sola. Hace apenas un par de días, Montse lo ha repasado, y sin tocar la parte de arriba, que aún se mantiene, dejó al uno el resto… Pero la verdad es que, aunque muy lentamente, sigue cayéndose… Dentro de poco, «la chica dura» -que me llama Alva- de la foto, pasará a estar “dura” del todo… Jajaja!!! Es decir, calvorota total…  :)

Me atrevería a decir…, que ha sido casi divertido ir pasando por tantas etapas… Además, creo que así ha sido más fácil para todos. Sobre todo para Armand, que es por el que más temía…

Parece que ha ido encajando las cosas, mi chico… Pero el pelo era algo que le obsesionaba… Cuando Montse, hablando con él, le explicaba que yo ya estaba bien, que todo había ido perfectamente, y que ahora sólo había que esperar que pasara la época de la medicina “dura”, y que había que estar muy contentos… Él decía: Sí. Sí… Ya lo sé… -Y al poquito añadía, bajando la cabeza- Pero se le va a caer el pelo…

Bueno, pues ya está casi todo fuera… Y el “Milagrito” lo está llevando mejor -creo- de lo que él mismo pensaba… Aunque quizá sólo esté fingiendo… Con Armand nunca se sabe. El enano es tan listo -y no me refiero sólo a su cociente intelectual, sino a su “inteligencia emocional”- que sabemos que en ocasiones nos engaña para que no suframos por él… Sí. Muy fuerte. Armand es así. Nació siendo un milagro…, y hoy, casi diez años después…, sigue siéndolo… :)

Bien. Pues creo que esto es todo por hoy.

¡Ah! Sí. Noticias de última hora… Llevo un par de días constipada!!! Minucias, claro, si no fuera porque estoy a una semana del tercer gotero. Y si estoy constipada, no creo que me lo puedan dar…, con lo bien que iba todo… ¡Merde! De modo que tengo menos de una semana para curarme…

Eeehhhh!!!! Yujuuuu!!!! Cuerpecito mío!!!! Escucha!!!! Espabila y recupérate pronto que tienen que darte otro chute de vida, y con eso no se juega… Ya harás el tonto en otro momento… Pero ahora toca estar a las duras…

Ya os contaré cómo va todo.

Ahora están por delante los días de Fallas… Gracias al cielo, aquí en el campo, retiraditos de Valencia, e incluso de Bétera pueblo, se vive todo más relajado…, aunque hasta aquí llegan los petarditos de los…!!! Jajaja… Vale, vale…, son cuatro días… Paciencia… :) 

Y si todo va bien, acudiremos a la Falla de Armand, -que este año es presidente infantil, porque su tía Pilar (la maravillosa super-hermana de Montse) es Fallera Mayor-, una mañana a tomarnos un chocolate con churros en «la chocolatá» tempranera, y el día de la Ofrenda…

Tengo una entrada del blog del año pasado, por estas fechas, hablando de la Ofrenda, -que se llama «Día de Ofrenda»-, donde hablaba de Pilar, de ese hermoso día de flores y música… Y de Rafa…, que ahora ha hecho el año que nos dejó… Recuerdo lo duro que fue…, cuánto lloramos…

Cuánto te hemos echado de menos este año, Rafa… Tal y como pensamos que sucedería… Aunque tu alegría, tu energía y tu espíritu, te juro que ha estado con nosotros… :) En serio!!! Lo digo de verdad!!! Es muy difícil que alguien como tú se vaya del todo… Impregnaste a tu paso todo, ¡tanto de risas!, querido Rafa, que has estado en todas las que este año hemos vertido… Nos enseñaste la Alegría de Vivir… Aprendí mucho de ti… Te estaré eternamente agradecida…, ¡guapo!

Te quiero y te recuerdo. (Es curioso que te escriba hablándote de tú, cuando siempre te hablé de usted… No sé… Me sale así…)

Y este año, decía, Pilar ha conseguido dos entradas en la Plaza de la Virgen…, lugar más codiciado de toda Valencia durante los dos días de Ofrenda y los siguientes, para su mamá Pilar, y para mí.   :)   Pidió tres, una para Alva también, pero sólo le han concedido dos, y es que ese es un temita muy duro… Pero Alva estará cerca de mí, y veremos entrar a la Plaza, bajo la atenta y dulce mirada de la Virgen… (A quien no entienda nada…, porque soy SUPER-ATEA, y anti-religiones, y sé que es raro leerme escribir sobre la Virgen de esta forma, por favor, que lea la entrada «Día de Ofrenda»… Si quiere, claro, es por no repetir la explicación aquí y ahora…)

 

Pues eso... Que veremos entrar a la bellísima Pilar, que este año está espectacular en su reinado (guapa! guapa! y más que guapa!!!!), y al maravilloso y cada vez menos tímido Armand, a la plaza… Y a Montse!!!! Que este año por primera -Y ÚNICA, jajaja- vez, se ha unido a la falla para estar más cerca de su hijo y su hermana, y desfilará también entregando, como ofrenda a la Virgen, su ramo… Va a ser MUY emocionante y emotivo… Y luego correremos a la salida de la plaza a unirnos con ellos en un abrazo envuelto en aromas de primavera, y música, y alegría, y nostalgia de los que ya no están… Y Pilar y yo lloraremos. Como siempre. Mucho. Abrazándonos fuertemente -todo lo fuerte que podamos, ella por el traje y yo por el pecho-, unidas por un sentimiento y una emoción más fuerte que nosotras…, y nos sentiremos increíblemente dichosas y afortunadas… Sé que será exactamente así… Lo sé. Muy intenso. Muy hermoso.

Gracias Pilar, -y Montse, y Armand- por TODO. Lamento que haya coincidido en el tiempo, tu reinado y mi cáncer… Me hubiese gustado -y lo sabes bien- vivir toda esta experiencia a tu lado, de otra forma… Pero las cosas son así, y hay que tomarlas como vienen… Y aún así…, DAR SIEMPRE LAS GRACIAS…

Por lo menos disfrutamos de la magnífica cena en tu honor la otra noche, donde -es cierto- me agoté mucho, pero disfruté aún mucho más… Me lo pasé bomba!!! Nos lo pasamos bomba!!! Hacía tiempo que no bailaba… Y el numerito de «Dancing Queen» fue fantástico!!! Cómo disfruté… :)

Y aún compartiremos estos días, si todo va bien, «chocolatá» mañanera -que le toca a la mamá del presidente infantil, o sea, Montse, mi chica…- y Día de Ofrenda…

OS QUIERO.

Bien. Pues ahora sí… Ya.

Ofreciéndoos esa risa sincera -la de la última foto mía, digo-, que es lo mejor que tengo. Un abracito cálido, lento y muy estrecho. Y toda la gratitud de que dispongo, hecha Amor… Hago un emocionado mutis por el foro…

:)

 

Pdt. ( O similar)-

PRÓXIMAMENTE:  «Agradecimientos» (O similar también. Lo tengo que pensar.)

ESTADO: En construcción. (O sea, que estoy ahí, dándole que te pego…)

POR QUÉ: Pues básicamente, porque me puse a daros las gracias a todos…, y esta entrada se hizo eterna… Así que pensé que daos las gracias a todos se merecía entrada aparte. Su propio espacio, su sitio… Su lugar en el mundo.

Porque Todos vosotros tenéis…, vuestro lugar en mi mundo… :)

 

 

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Holaaaa a toooodoooos!!!!!!!!!!!!!!

A ver… Que no tengo mucho tiempo… Jajajaja!!!

Son las 14.00 del mediodía, jueves 26, y acabo de volver del Hospital Arnau Vilanova… Tenía la cita con cirugía, a ver si me quitaban el drenaje y los puntos y….

Que sí… ¡¡¡Que me lo han quitado porque estaba todo muy bien!!!!!

¡¡¡¡Y en tres horas tengo que volver a Urgencias para que vuelvan a ponerme otro!!!!!!!

Jajajajajajajaja!!!!

A ver… Me explico. Voy por partes, porque estoy TAN CONTENTA y FELIZ…, que si no trato de controlarme un poco no voy ni a poder escribir…

Y es que como decía Rubén, que me imaginaba dando saltos, bailando por casa, ¡¡¡¡así estoy ahora!!!! Jajajaja… Sentada al ordenador mientras bailo (en serio) y canto a voz en grito “¡¡¡Vamos a bailar, pitufoooos!!!”, jajajaja, y así se me hace muy difícil escribir…

A ver… A ver…

Que sí, que me han quitado el drenaje. Ya está… ¡Dios!!! Ahora parezco tonta, sigo moviéndome despacio, con cuidado, buscando constantemente mi querida botellita del alma y…, ¡¡¡ya no la tengo!!! Jajajaja…

Y los puntos también. ¡Fuera!, dice el doctor Solá. ¡¡¡Dios qué hombre más encantador!!! Hoy no estaba la doctora Arlandis -la cirujana que me operó-, que me dijo que estaría con Solá, y que era un encanto. Pero, sinceramente, no pensé que fuera a serlo tanto… Qué gusto!!! Qué gustazo!!!

Tan amable. Tan divertido. Tan cercano. Tan campechano… Tan… ¡¡¡humano!!!

Bien.

De modo que estoy ahí tumbada, tarareando bajito: “I will survive!” :), cuando me dice el doctor Solá:

– Bueno… Que lo sentimos pero…, te hemos quitado los ganglios, y ahora hemos sabido que no era necesario.

– ¿Cómo? Pero, ¿ya están los resultados? –pregunta Alva.

– Sí –contesta el doctor, girándose hacia Alva, mientras trabaja en mis puntos- y fíjate que sólo estaba contagiado el que analizamos…

– ¿El centinela? –vuelve a preguntar Alva.

– Justo, sólo ése –le dice como queriendo decir: “fíjate qué pena, qué casualidad…”

Y yo -que en esos momentos creía levitar de alegría sobre la camilla, como si fuera una pluma de mil colores…-, digo:

– No importa!!! No importa!!! Pero qué más…

– Pues nada… Con nosotros ya has acabado. (Eso confirma que no tienen que volver a operarme ni para limpiar más, ni mucho menos para quitar del todo la tetita… :) Te veremos una vez al año, para revisar…

Y ahora, la semana que viene, ya irás a onco, y allí te dirán los protocolos… Radio te van a dar, porque siempre que no se extirpa la mama entera, se da radio. Por prevención. Y quimio, porque al haber, aunque sea, sólo un ganglio contagiado, hay que dar quimio. Por prevención.

– Sí, sí, claro… –contesto yo, mientras por dentro estoy pensando:

BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :)

Dios!!! No podía creerlo…

Fue como cuando fuimos a cirugía la primera vez, que hablamos con el doctor Civera (el tercer miembro del equipo que lleva mama, que yo creía que eran dos, pero en realidad son tres, Civera, Arlandis y Solá), y que pensamos que era sólo para hablar de la operación, que aún no estarían los resultados de la biopsia, y resulta que ya estaban y nos dio la “mala” noticia. Que sí, que era un tumor maligno y que había que quitarlo ya…

Y ahora ha pasado algo parecido… ¡¡¡Pero al revés!!! Pensábamos que íbamos sólo a ver si me quitaban el drenaje y los puntos, ¡¡¡y resulta que también estaban ya los resultados de patología y todo ha ido… TAN BIEN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. GrAcIaS. gRaCiAs. GRACIAS.

GRAAAAAAAAAAAAAAACIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!!

Como -en serio- que no podía creerlo…., vuelvo a preguntar:

– Doctor Solá, pero, ¿en serio me está dando TAN BUENAS noticias?

Y claro, el buen doctor, no sabía qué decir!!! Jajajajaja!!!

Imagino que pensaba: ¿Son TAN BUENAS noticias decirte que te tienen que dar radio y quimio?

Jajajajajajaja!!!!

Y me dice:

– Bueno, tienen que darte radio y quimio…

Y yo le interrumpo -dios, qué maleducada!!!, pero no lo he podido evitar-, y le digo:

– No. No. Me refiero a si todo lo demás está limpio de verdad, y eso es todo. Radio y quimio. ¿Sólo eso? ¿No hay más?

Mmm… Adoro la cara que ha puesto Solá… Se le ha iluminado. Imagino como pensando: Vaya, lo ha entendido, y aún así está contenta…

:)

Y me dice:

– Esa es la actitud. Así tiene que ser…

Y yo, -dios!!!!, no tengo remedio, pero es que de verdad que iba a explotar de ALEGRÍA- que lo vuelvo a interrumpir…

– Claro! Sé que va a ser duro. Ya lo hemos pasado… –le digo mientras me abrazo y beso emocioanada a Alva-, sabemos lo que es, más o menos… Pero, doctor Solá. Yo Quiero Vivir. Sólo quería saber eso… Sólo quiero… Vivir.

Y él vuelve a sonreír, más ampliamente aún, y me dice…

– Será duro… Tendrás momentos buenos y momentos malos. Aliméntate de los buenos, y en los malos, apóyate en quien tienes cerca… (Y mira a Alva y le sonríe aún más, como…, como con… “cariño”.) Si tienes en quien apoyarte, hazlo, e intenta ser fuerte…, porque es duro, y se pasan malos momentos…

La verdad es que ha seguido hablando un poco más, pero yo, no sé por qué, había desconectado ya…

VIVIR.

Sólo podía pensar: Está contento. Está dándome buenos consejos -tan humano y cercano- para encarar el trabajo que nos queda por delante. Pero… Estamos hablando de Vivir…

Dios!!! De VIVIIIIIR!!!!!!!!!!!

En fin. ¿Qué más queréis que os diga? :)

Ah! Sí!!!!!

¿Por qué tengo que volver a Urgencias esta tarde para que, posiblemente, me pongan otro drenaje?

Bien. Pues un par de días antes de la operación, me salió una especie de grano interno, como tres dedos por debajo del pecho izquierdo -el no afectado-, sobre las costillas, que durante todo este tiempo ha seguido hinchándose e hinchándose y poniéndose más feo y morado, y cuando se lo he enseñado…

¡Caramba! Un poco más y entre él y la médico residente Patricia, que le ha ayudado a quitarme el drenaje y los puntos, me lo abren allí mismo!!!

Jajajajaja!!!

Lo digo en serio. Se han pasado unos buenos minutos mirándose y pensándoselo…

Se han quedado alucinados!!!!!!!!!!!!!!!!!

– Madre mía, chiquilla!!!!!!!!!! Pero, ¿qué tienes ahí?

Y yo:

– Mmm… Un grano.

– No. Eso es un absceso importante, y hay que quitarlo ya.

Silencio en la sala.

– Ah! Ya… -le digo yo- Ya tuve uno… Un absceso. Perianal. Estuve diez días ingresada…

– Bueno, entonces… -me mira sorprendido y condescendiente- Ya sabes lo que es…

Cuando lo que quería decir es: Ya sabes lo que te espera!!!!

De modo, que… Jajajajajajaja!!! Así es como tengo que volver en nada, de nuevo al hospital, y como a lo mejor vuelven a ponerme otro drenaje… O lo más seguro es que me lo “mechen”. No estoy segura. Pero, agradable, lo que se dice agradable…, seguro que no va a ser… Jajajaja.

En fin.

A lo que íbamos: VIVIR.

A eso íbamos, chic@s tod@s… Que no hay más!!!

VIVIR.

He salido bailando del hospital. Y no es un decir, sino algo físico y real. ¡Bailando! I will survive! I will survive!!!! Y así sigo…, sin poder dejar de bailar…

Y puedo aseguraros que el absceso (de los cojones, con perdón!!! jajaja) me duele mazo. Y el pecho, la axila, el brazo, la espalda y sobre todo donde estaba el drenaje, también. ¡Mucho! Pero…, ¿y qué? ¿Quién dijo miedo? ¿Quién había pensado que sería sin dolor? Yo no. Aunque la verdad es que no pensé que iba a doler tanto… :$

Sobre todo estos últimos días, desde el viernes hasta aquí, ha sido un pequeñito infierno de dolor…

Tanto, que mi compañera de habitación, María, ¿la recordáis?, la dulce y buena María, le dolía tanto, que el lunes fue de urgencias por el dolor, y algún desinformado -o insensato- le quitó el drenaje. Un desastre.

Su médico, el doctor Civera se ha enfadado mogollón, no con ella, claro, y ha tenido que sacarle varias jeringuillas de líquido… Pobrecita mía. Y encima va a tener que llevar una faja compresora en la axila para evitar más líquido… Me cago en tó!!!! Cómo lo siento, mi chica…

Pero ella es fuerte. MUY fuerte. Iré preguntándole cómo va…

Pues eso…

No os doy más el peñazo… :)

Pero, de veras, que estoy…. TAN CONTENTAAAAAAAAAAAAAA!!!!

Qué bien lo que sea que vayan a hacerme esta tarde, porque estoy segura que de alguna forma me aliviará el dolor -el intensísimo dolor- que ahora tengo… Y qué bien los ganglios que me han quitado aunque no hiciera falta… Se los regalo!!!! Que los enmarquen!!!! Y qué bien la radio y la quimio…, porque van a seguir velando por mi salud… :)

Vale. Adoro mi larga, larguísima melena, larga, morena, rizada y preciosa… :(   Jajajajaja!!! Pero…, jooo!!! Si estuve a punto, -de hecho llevo un buen trozo rasurado ya- de rapármela por Álvaro, cuando él tuvo su cáncer…

Pues bien. Pues bueno. Pues vale.

Estoy pensando que podía tal vez…, no tatuarme, pero sí quizá pintarme algo en la cabeza. ¿No? Flores!!! Corazones!!! No sé! Algo…, quizá con motivos acorde a cómo me sienta cada día!!!! No sé. Algo tendré que hacer… Algo habrá que pensar…

De momento, echarle un buen par de ovarios… Luchar contra las náuseas, los vómitos, el cansancio, el sueño, el mal humor, la tristeza…

En serio. No creáis que soy una inconsciente. Sé que ésta es una carrera de fondo… Que el tratamiento tiene lo suyo…, pero prometo intentar hacerlo lo mejor posible! :)

Y seguid ahí, ¡por favor!!!!

Vuestro cariño. Vuestras buenas energías. Vuestras velitas. Vuestros amables pensamientos… Vuestra música… ;)  TODO. Todo ha contribuido a que yo haya estado fuerte y esperanzada, y por ende, a que todo vaya desarrollándose como va desarrollándose…

¿Si os doy las gracias una vez más, nadie va a llamarme romancera?!!!!!

Pues…

¡¡¡¡Gracias!!!!  :)

Con mucho, mucho, mucho, mucho Amor.

Y ALEGRÍA.  :)

Dios!!! Y me voy! Jajaja… Que ya voy tarde…

 

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Buenos díaaaaaaaaaas!!!!!

Hola, a todos!!!!!

Gracias! Gracias! Y más gracias!!!

Aclarar sólo que la foto no es de ahora… Jajaja… Tienes unos pocos añitos… Es de cuando estaba empezando a dejar atrás la depre…, que no hace tanto…, dos o tres años…, cuatro…

Pero no puedo estar mucho rato al ordenador, y quería escribiros… No quiero invertir el tiempo que siempre invierto en buscar fotografías… De modo que he pensado que ésta es perfecta!!!!

Pues sí!!! Ya estoy en casaaaaaaa!!!!

Llegué ayer martes por la tarde… Increíble, ¿no?

¡Dios! La medicina es la bomba!!!

A ver… Es que tengo muchas cosas que contaros, y muchas ganas de contároslas…, pero no puedo estar mucho rato al ordenador…

Primero!!! ¿Recordáis el miedo que tenía a la prueba radioactiva que me tenían que hacer en otro hospital al que me tenía que desplazar sola, y que iba a ser superchunga y dolorosa?

Jajajajaja!!!! Pues todo mentira!!!!!!!

Para empezar, nos levantaron a las seis de la mañana. Digo nos levantaron porque tuve la suerte de tener la compañera de habitación -y familia- más maravillosa que nadie pudiera imaginar… María, una gran mujer de 53 años, rumana, encantadora, supereducada, amable, cariñosa y buena persona… Y sus hijas, que habían venido urgentemente desde Rumania al recibir las noticias sobre la salud de su mamá, y que son copias -en jovencito- de María: Nicoleta y Roxana, dos chicas maravillosas, y su marido, discreto y magnífico, Nico. Todos, -en serio-, maravillosos!!! Una de esas familias honradas y trabajadoras con una vida dura, que tuvo que dejar su país para intentar sobrevivir…, y que aquí no ha hecho más que cosechar cariño y grandes amistades. Ha sido para mí un honor tenerlos a mi lado estos días… :)

Entonces, nos fuimos en la ambulancia, María, Nico, Alva y yo, desde el Hospital Arnau de Vilanova… Y no sólo nuestros amores nos acompañaron hasta el otro hospital, La Fe, sino que todas, TODAS LAS PERSONAS que nos encontramos, desde las celadoras que nos sacaron en silla de ruedas de la habitación hasta la ambulancia, los conductores de las ambulancias (la de ida y la de vuelta), las celadoras que nos recibieron en La Fe, las enfermeras de Radio de allí, el doctor, que era un peruano, joven, guapo y amabilísimo, que no sólo nos lo explicó todo perfectamente, y fue superdelicado pinchándonos el pecho, sino que dejó entrar a Alva y a Nico, -respectivamente, claro, jajaja!!!!- mientras lo hacía… Fueron… Encantadores, cariñosos y extremadamente pacientes con nuestros nervios, nuestras dudas, nuestra ignorancia, nuestro miedo…

MIL GRACIAS A TODOS ELLOS, -aunque no lo lean nunca-, porque nos hicieron todo mucho más fácil y agradable. Y en esos momentos, en que para ellos no somos más que parte de su rutina, su trabajo de cada día, para nosotros es un momento tan delicado y difícil de nuestra vida, que eso…, ¡¡¡eso sí que no tiene precio!!!  :)

Además… LLOVÍA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Dios!!!! Llovió todo el día…

Fue maravilloso atravesar la ciudad en ambulancia, lloviendo… Todo tan satinadamente gris… Las luces más intensas…, el asfalto más limpio… Con esa luz mágica del amanecer…, que uno sabe que el sol -naranja- está ahí detrás, en alguna parte aunque a nosotros no podamos verlo… Me dio un buen rollo increíble!!!

Ya sabéis, los que me conocéis, cómo me gusta la lluvia, y para mí no pudo comenzar mejor el día… :)

Además… Llovió TODO EL DÍA… Mientras estábamos en el quirófano, y luego durante todo el día…, hasta bien entrada la noche, en que la tormenta se incrementó, y hasta truenos y relámpagos tuvimos!!!… Fue un regalo que me hizo el cielo… :)

Bien. Entre unas cosas y otras, si no recuerdo mal, entré en quirófano a las diez, más o menos. Y una vez más, mi anestesista, -merde! que no recuerdo el nombre, pero es una mujer maravillosa, encantadora, amable, cariñosa- y todo el equipo de quirófano, un conjunto de seis o siete mujeres que revoloteaban como ángeles uniformadas de verde, a mi alrededor, me colocaron los brazos, me recogieron el pelo, me prepararon la zona, me cubrieron…, todo sin dejar de sonreír, bromear, animarme… Y salí a las dos del mediodía más o menos.

Aquí tengo que entonar un mea culpa, porque… ¡Por todos los demonios!!!! Se ve que tuve un despertar horroroso de la anestesia, e intenté quitarme los tubos o algo, porque entre sueños recuerdo que intentaban sujetarme las manos, y yo luchaba, y me gritaban que me calmara…

No sé. Para mí fue como una pesadilla que no tenía claro si había ocurrido o no, hasta que luego supe que sí sucedió… Que me porté fatal… :(

Y no creáis que no lo he llorado pocas veces…

Además, tengo herida la boca, por dentro, los labios… No sé qué burrada intenté hacer… Pero sé que fueron buenas y cariñosas conmigo, una vez más, hasta en esa situación.

Desde aquí también, pido mil perdones… Quisiera poder haber entrado al quirófano otra vez, y pedirles disculpas en persona… Lo siento tanto… Esa loca violenta…, no era yo.

Y eso mismo me dijo mi cirujana… la DOCTORA ARLANDIS… La mujer más eficiente, cariñosa, dulce, delicada, alegre y magnífica que me podía encontrar.

Que no sólo vino al rato de operarme, a ver cómo estaba, un momento, y que nos lo explicó todo maravillosamente, sino que al día siguiente, el martes, por la mañana, muy temprano, apareció en mi habitación, con ropa de calle, bolso y todo, a decirme que lo sentía, que de repente le habían puesto en quirófano y que no podría pasar a verme, que vendría el doctor Civera, que es su compañero de equipo, -entre los dos nos operaron a todas esa mañana-. El doctor Civera operó a María, mi compañera…

Me pareció maravilloso que viniera adrede unos minutos, antes de entrar a quirófano, cuando no tenía que hacerlo, sólo para ver cómo estaba, cómo había pasado la noche, para confirmar que todo iba bien… Dios, qué ángel de mujer!!! Fue entonces cuando le pregunté si había pasado algo en quirófano cuando desperté, y ella, entre risas me lo confirmó.

:(  Me puse a llorar, pidiendo disculpas… Y ella me tomó una mano sin dejar de sonreír y repitiéndome que no me preocupara, que no había sido yo, sino la anestesia… Que no pasó nada, que nadie se había sorprendido, que era habitual… Y para reforzar sus argumentos me dijo que ella misma se había comportado peor una vez que la habían operado de una rodilla… Jajaja!!! Probablemente fuera mentira, o no, no lo sé, pero desde luego fue increíblemente amable por su parte… :)

Resumiendo. Sin fiebre. La herida sin complicaciones… A mitad tarde ya me levanté a orinar. A las seis me dieron agua por fin, y por la noche ya me dieron cena, aunque no me encontraba muy católica y no comí casi… Pero, un poco más tarde, sobre las diez de la noche…, ya me fui a pasear con Alva por los pasillos del hospital, que me parecía un lugar bellísimo!!! Jajaja! Y paseando, paseando, llegamos hasta la cafetería, donde me tome el café con leche más rico que he tomado nunca -luego fui a darle la enhorabuena a la chica que me lo había puesto, que sonrió feliz cuando se lo dije, creo que estaba muy cansada y había llevado un mal día, pero hizo el esfuerzo de sonreírme agradecida y desearme lo mejor, y sentí que me lo deseaba de verdad… :) – y una empanadilla de alcachofa!!!!!!!! Que me supo a gloria… :)

Eran casi las once de la noche del lunes 16 de enero…

Estaba concluyendo uno de los días “más difíciles” de mi vida, me habían operado un tumor en el pecho derecho -que por cierto, sigue en su sitio…, quiero decir, que no me lo han quitado… :) -, -el pecho, digo! jajaja, el tumor sí… :) – y el mismo día estaba sentada en la cafetería a la que había ido caminando por mí misma, con un hombre a mi lado, sentado frente a mí, que me miraba como si yo fuera lo único que existe en el mundo…, la octava maravilla, su bien más preciado… :)  Alva ha sido el compañero MÁS QUE PERFECTO… Creo que no se me puede querer más. Todo el mundo ha quedado completamente enamorado del amor que Álvaro me ha profesado cada segundito del día y la noche… :)

Me sentía completamente FELIZ…

A ver…, todo esto sin perder la perspectiva de lo que queda por delante…

 Una recuperación lenta, delicada y dolorosa. Lo sé. ¿Y qué? (Lo siento…, pero, leed ese “¿y qué?” con un tono superalegre, convincente e incluso “pelín” desafiante… :)

¡Guerrero!!!

El trabajo con el oncólogo… Radio seguro, probablemente quimio, y todo lo que haga falta… ¿Y qué? (Leer igual que el anterior “¿y qué?” :)

La explicación de la doctora Arlandis, cuando vino tras la operación, -y allí estaban Alva y Montse, conmigo-, fue clara…

El ganglio centinela, -el que investigaron en La Fe a primera hora- al sacarlo, estaba contagiado por el cáncer, por lo tanto, hubo que quitarlo y limpiar la axila de ganglios, no sé si todos. Por lo que respecta al pecho, habían quitado el tumor, que era considerablemente grandecito, y gracias a que tengo el pecho muy grande… (por fin sirvió lo de tener “dos tetas como dos carretas” Jajajajajaja!!!!), habían podido quitar el tumor y un trozo más para curarse en salud, a pesar de que a simple vista parecía que los bordes estaban bien, limpios de cáncer… Ahora lo mandarán a analizar. Como en veinte días sabrán algo. Depende de lo que digan, -si hay células cancerígenas que no se ven a simple vista- volverían a limpiar más, sin necesidad aún de quitar el pecho, o teniendo que quitarlo al final, según vayan las cosas… Pero, -siempre según la cirujana- eso no cambiaría mi…, esperanza de vida, o mis expectativas de vida…

Algo así dijo… No lo recordamos exactamente, y eso que éramos tres personas escuchándolo… Jajajaja!!! Alucina cómo estábamos…

Pero la sensación que se nos quedó a los tres, fue bastante positiva. Bastante esperanzadora. En principio.

De momento, eso es todo lo que puedo contaros.

Al no tener fiebre, al haber orinado -también vomité la anestesia, está claro que lo de la anestesia no es lo mío, jajajaja!!!-, haber comido bien, pasado “buena” noche…, etc., etc., el doctor Civera, que pasó como a las dos y pico del mediodía del martes, nos miró la herida, que ya llevamos descubierta porque nos la habían curado y estaba perfecta, se mostró supercontento y nos dijo: Las dos para casa!!!!

:O

Sólo llevo una herida en el pecho, que va desde cerca de la axila, en horizontal hasta como a unos tres dedos del pezón… Grandecita, pero preciosa… :) Y sinceramente, el pecho parece el mismo… Dios mío, es tan grande!!! Jajajaja, que no parece que le hayan quitado un buen trozo. Y gracias al cielo -pero sobre todo a la posición del tumor, y a la pericia de la cirujana Arlandis :) -, ni pezón, ni aureola, ni nada de nada, se ha visto afectado… :)

Que oye…, si al final hubiera que quitarlo, pues bueno…, luego habría que ponerlo… NUEVO!!! Y claro, aprovecharía y me pondría una teta preciosa!!! Bueno, ya puestos me pondría las dos!!! :) Pero de momento, estoy archisupercontenta con mi querida teta en su sitio… :)  Durante estos días he aprendido a quererla más y más…, por si se iba y no la veía más…

 María, mi compi, más o menos igual, sólo que ella sí lleva otra herida en la axila, más hacia el brazo, se ve que hubo que rascar más o de otro modo, pero también estaba superbien. Es muy fuerte y valiente. Le pedí a Alva que anoche la llamara para ver cómo estaba, y habló con Nico, su marido, y dijo que estaba más o menos como yo… O sea, maravillosamente, aunque con bastantes molestias y dolores, que es lo normal. Nolotil e ibuprofeno cada ocho horas, alternos, es decir, un calmante cada cuatro horas, y listo. Por cierto, un beso enorme a Maria, Nico, Nicoleta y Roxana. Vamos a vernos pronto, y no vamos a olvidarnos ¡nunca! :)

Qué graciosa yo… O qué chulita, más bien, pensé que no me iban a hacer falta, pero la verdad es que sí… Cada cuatro horitas…, calmante. Que no es preciso ser Juana de Arco. Y yo no soy -ni he sido nunca- ni santa… Ni mártir ni bendita. Y esto no es un concurso. ¿Que duele? Pues calmante y a dejar pasar las horas… :)  Los días…

Bueno…, voy a ir acabando.

Gracias a los hermanos de Alva, Cefe, Mari y Carlos, y a mi amigo Garci, y a Montse, que estuvieron desde hora muy temprana el lunes en el hospital para hacerle la espera más llevadera a Alva… Además, pude verlos justo un momento antes de entrar en quirófano. Sus besos y buenos deseos fueron lo que me lleve para adentro… Y el amor de Alva, el calor de su mano y su último beso encendido, justo hasta el límite de donde ya no permiten entrar a nadie más…

A la salida de quirófano aún estaban todos ahí, y como yo había pedido, me dieron un beso rápido y Cefe, Mari, Carlos y Garci, hicieron un silencioso mutis por el foro. MIL GRACIAS, chicos, gracias por dejar vuestras ocupaciones y tomaros la mañana de ese lunes para estar con Álvaro y conmigo.

Ya se quedaron sólo Alva y Montse, mi hermana y mi amor, y cómodamente pude devolver, y hacer todas esas cosas que no son agradables de hacer si no es con los más íntimos, porque pertenecen a tu intimidad más desfavorecedora… Jajajaja!!!

Dios!!!! El teléfono no dejó de sonar y los mensajes de llegar…

MIL GRACIAS A TODO EL MUNDO… Gracias. Gracias. Gracias.

Gracias a todo el Colegio Helios -donde trabaja Alva-, donde tan amables, buenos y cariñosos han sido con él, y conmigo. No voy a nombrar a nadie, porque seguro que me dejo gente, y sería injusto, porque desde los profesores compañeros más queridos y directos de Alva, directores y administrativos, hasta compañeros de cocina, mantenimiento… Sé que todos habéis estado ahí con él, y conmigo. Os lo agradezco infinitamente. Por mí, y especialmente por Álvaro, que tanto los quiere y, en estos momentos, tanto necesita su apoyo. Y me emociono sólo de pensarlo. Sé que no lo leeréis, pero no importa. Necesitaba decirlo. Es justo decirlo.

Y los que habéis estado pendientes del blog…

¿Qué queréis que os diga?

Primero, que responderé a todos vuestros comentarios tarde o temprano, pero que me ha emocionado e ilusionado mucho leeros… Sabéis que lo digo de corazón, y se me queda muy corto un simple gracias para todo lo que siento por TODOS VOSOTROS… :)

Y también a todas las personas que han entrado a leer, aunque no hayan dicho nada…, que nunca había tenido tantas y tantas visitas en el blog, y sé que eso indica que habéis estado pendientes de mí… Y eso, se mire como se mire, es amor en estado puro. Y eso, soy consciente, también me ayuda a sanar…, y a llevar mejor el dolor… Es como un combinado perfecto de antibióticos y calmantes!!!!  :) Sois parte de mi importantísima medicina!!!

Además…, irradio como una luz naranja y un tibio calorcito allá por donde voy… Jajaja!!! O sea, que vuestro envío de energía, y la luz de vuestras velas, no ha sido en balde… Muak!!!!

Jajaja!!! Todo el mundo se empeña en decir que estaba guapísima cuando salí de quirófano… Jajaja!!! Eso sí que es amor!!! Jajaja! Habría que verme!!! Jajajaja!!! Será por la paliza que casi les meto al equipo de quirófano, -pobres- que se ve que me sentó bien…

No. Jajaja!!! Es que el amor nos hace ver hermosos a quienes tanto amamos…

Tanto…, jajaja, que mi madre me contaba hace un rato, que el martes por la mañana, cuando llamó a primera hora para ver cómo había pasado la noche, porque mi mami, mi papi y mi hermano Sergio, sí que vinieron -los únicos, ya que todos los demás cumplieron religiosamente lo que pedí… Ah, no! Y Josep un compañero de Alva, que lo adora, y se pasó un segundo para darme un beso…- a verme… Pues eso, que cuando mi mami llamó el martes a primera hora, a preguntar por mí, si había tenido fiebre, cómo había pasado la noche, etc… Alva le dijo que todo bien, no fiebre, no complicaciones… Pero que hizo hincapié en… ¡¡¡lo guapa que estaba!!!

Jajajajaja!!! Mi madre se moría de risa…

Me dice mi madre:

Nena…, me dice Álvaro: Tranquila, todo va bien Manola, pero es que…, no sabes…, si la vieras…, esta…, ¡¡¡tan guapa!!!!

Jajajajaja!!! Mi madre no entendía… ¿Guapa? Jajajaja… Le hizo supergracia que Alva le diera esa información (tan subjetiva por otra parte…, jajaja) como una información importante!!! Jajaja…

Pero es muy bonito que te miren así… :)

Bueno, chicos…

Y ahora…, me voy a ir a la camita, a leer un poco, y a descansar, ¿vale?

Llevo colgando la botellita del drenaje, y… jajajajaja!!! Me la voy olvidando en todos los sitios… Qué desastre!!! Tanto Alva como Montse, como mi mami, van detrás de mí, botellita en mano, persiguiéndome en mi lento e incierto -pero feliz- caminar por casa…

Mañana jueves 19 por la mañana, a primera hora, tengo visita con el cirujano -no sé si será Civera o Arlandis-, a ver qué dicen, y si me quitan el drenaje ya, o tengo que llevarlo un poco más. Es incómodo, pero no me importa.

De verdad que no me importa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

No me importa más que estar viva, agradecida a la vida, feliz, orgullosa de la gente que me rodea, y preparada para luchar, venga de ahora en adelante lo que venga…

GRACIAS por todo a TODOS. Y, por favor, seguid ahí conmigo.

 Estoy segura de que todo lo que habéis hecho… Pensar en mí con cariño, encender velitas, comer zanahorias (jajaja, eres un cielo de mujer, Helen!!!! Te quiero), mandarme vídeos de música cañera (gracias Sonia!!!), hermosísimos cuentos (gracias, mi admirado y querido Javier), apoyo también para Alva (gracias Rafa, “tronco”, eres una bendición), esas orquídeas vía Madrid, tan preciosas que iluminaron mi habitación del hospital (mil gracias Javi y Mario, os adoro!), todo…, ha contribuido a que yo esté ahora aquí, pudiendo escribiros sólo dos días después de que me hayan operado, y con un ánimo, una alegría y unas ganas de vivir, que ríete tú de Papa Noel, los Reyes Magos, Cupido, Campanilla y todas las Hadas del Bosque juntas!!!! Jajajaja.

Al final, como siempre, la entrada se me ha hecho muy larga, y como habéis visto, sí he buscado fotos… Jajaja!!! No tengo remedio…

Pero me lo he pasado muy bien, y he sido feliz escribiéndoos… Sólo intentaba agradeceros una milésima parte de todo lo que vosotros, los que estáis leyéndome y los que nunca lo harán -y tampoco importa demasiado- habéis hecho por mí, y me habéis dado.

No deberíamos olvidar nunca todo lo que el ser humano es capaz de llegar a entregar desinteresadamente por Amor -en su más amplio concepto-. Eso hace más bella la vida. La vida en la que yo siento que estoy, y que por extensión…, es también vuestra vida.

Os quiero.

En serio. Muchas gracias a todos.

Con mucho, mucho, mucho, mucho…

Amor  :)

 

 

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Sólo… Gracias

 

 

 

Vaya…

Según le prometí a Javier, aquí tenía que ir la continuación del comentario…, pero ahora…

Ahora es la una de la madrugada del joven domingo 15 de enero.

Hoy ingreso. En unas horas ingresaré. Mañana ya no dormiré en casa. En esta casa que tanto adoro… Si la vierais…, está preciosa… Con todas las luces de colores. Los distintos puntos de luz ambiente. La lámpara de colores que me dejaron los Reyes en casa de Montse -mil gracias, mi amor-. Las muchas velitas que siempre tengo puestas… Y la chimenea encendida…

Uuuffff… Me parece que empiezo divagando.

A ver, Bea. Céntrate.

Hoy ha sido un día maravilloso. Vaya, como toda la semana. El teléfono ha sonado una y otra vez para desearme suerte. Para preocuparse por mí. Para enviarme energía y cariño en grandes cantidades.

Y el blog… Bueno, podéis ver los comentarios. Estoy que me salgo de felicidad.

Es un honor sentirse tan querida. De verdad.

Y hoy ha sido un día maravilloso también, porque escribiendo la respuesta al comentario de Javier, he dejado correr la mano, y he llegado a escribir cosas increíbles… A descubrir cosas increíbles sobre mí. Buenas. Y malas. Pero todas muy importantes… No sabes cómo me ha ayudado escribirte, Javier. Aunque al final haya decidido no publicarlo. Quizá algún día lo haga…

Porque ahora que tras una cena estupenda y una divertida película, velada increíble con Alva muy a mi lado, me siento al ordenador dispuesta a publicar lo que escribí esta mañana…, pero resulta que me ha cambiado el ánimo.

Algo característico de estos días es que pasas por un montón de estados distintos de ánimo… Lo mismo estoy loca de contento, que asustada, que confiada, que feliz, que distraídamente triste…

Y ahora estoy…

No lo sé bien. La verdad.

Y aunque me sentía obligada a subir el texto que resultó de mi respuesta al maravilloso comentario de Javier… De repente he recordado también lo que me decía rlfox en su comentario, eso de que tengo que sentirme libre y hacer lo que verdaderamente quiera… Y de pronto me he dicho: Pues no. Pensé que sí, pero ahora resulta que no me apetece publicarlo. La Beatriz de siempre lo haría, aún sin querer hacerlo, porque lo había dicho… Intento ser fiel a todo lo que, sin prometer, prometo… Pero la Beatriz de hoy, la de ahora, se va a tomar la libertad de hacer lo que le apetezca de verdad…

Y no me apetece publicarlo…

Pero me apetece escribir…

Primero para dar las gracias. Sobre todo para dar las gracias. Por todas las montañas de amor que estoy recibiendo. Tanto, que he de confesar que a veces, por momentos, he llegado incluso a sentirme desbordada de amor…

Sí!!!! Eso es fantástico!!!!

Dar las gracias a todos los que habéis leído la entrada anterior y habéis dejado un comentario. Sobre todo a los que os ha costado hacerlo, porque no tenéis costumbre o porque os resultaba difícil o incómodo. No sabéis cómo valoro y agradezco vuestras palabras, vuestro gesto… Me ha infundido mucho ánimo. Me ha proporcionado momentos increíbles. Me habéis hecho muy feliz. Y es algo que tengo ahí para leerlo siempre. Para recordarlo siempre, si flaqueo, si me entra el pánico, si me siento perdida, si se me olvida qué cosas son las esenciales… Teneos ahí a todos para poder leeros siempre que lo necesite es… SENCILLAMENTE MARAVILLOSO!!!!! :)

Gracias también a los muchos que habéis leído y no habéis dicho nada. Cada uno es libre de seguir los dictados de su corazón. O de hacer lo que buenamente pueda…

Gracias a quien después de haberlo leído o enterarse por terceros, ha levantado el teléfono y me ha llamado, o ha dejado un SMS en el móvil.

Gracias a todos los que estáis brindándole tanto amor a Alva, para que él me lo transmita. Muchas gracias a todos, también por cuidarlo. Necesito que sigáis haciéndolo. Necesito que tenga todo el apoyo y el cariño del mundo. Se lo merece, y también a él le hace mucha falta. Lo sé. Y lo sé porque yo también estuve en el otro lado, donde ahora está él, y sé lo duro, lo difícil que es… Mil gracias.

Gracias en definitiva a la vida por lo generosa que está siendo, una vez más, conmigo.

Estoy muy agradecida. Y feliz. Creedme, es como para estarlo.

Pero…, también tengo miedo.

Me entra el miedo al pensar que mañana no estaré aquí a estas horas. En mi adorada casita, en mi bello castillo…

Y también me asusta un poco el lunes por la mañana. No la operación. No. Porque mira, una vez ya te duermen…, ¿no? Pues que hagan lo que quieran, lo que tengan que hacer… Pero el desplazamiento de un hospital a otro, sola en la ambulancia -sin Alva, me refiero, porque ya nos han dicho que nadie puede acompañarme-, y lo que pasará allí…, que tienen que ponerme el contraste… Y la verdad es que la explicación de cómo será eso, me ha producido un poco de aversión… Miedo.

Pero bueno. Pasará. Cerraré fuerte los ojos y pensaré en todo lo que me habéis dicho, en lo que me habéis escrito… En las velitas que habéis encendido. En los pensamientos naranjas que estáis teniendo para mí… En serio que pienso concentrarme en todo eso… Y seguro que se me hace todo más llevadero…

Y luego volveré al hospital, y ya comenzará la operación… Y entonces ya no pienso preocuparme de nada más…

Sólo tengo que concentrarme en ser buena paciente, en tener un buen post-operatorio, en hacer todo lo que me digan, en intentar llevar bien el dolor, en seguir confiando en la Vida…

Intenté sobre todo, en la otra entrada, no ponerme sensible. Ni sensible ni sensiblera. No quiero lágrimas. Ni compasión, eso ya lo dije.

No busco ni pretendo ninguna reacción al escribir esto que ahora estoy escribiendo… Es sólo, para mí, un ejercicio de sinceridad. De liberación. De compromiso también. De Amor.

Bueno, pues… Nos vemos en unos días…

Podré leer…, pero no sé cuándo podré volver a escribir. Espero que sea pronto…

De hecho, ya tengo ganas de escribir la próxima entrada, y contaos lo fácil y sencillo que ha sido todo. Y lo bien que ha ido. :)

Gracias a todos. De verdad. Familia. Amigos de piel y Amigos de red. Espero que sepáis lo importantes…, no que sois ahora para mí, sino lo importante que habéis sido y sois siempre.

 

Con amor.

 

 

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La harina parece tamizado de verdades…, tan blanca, tan inmaculada. Es un placer hundir los dedos en ella y sentir su amable esponjosidad… La mantequilla aporta la suavidad, el huevo transparencia, el azúcar -ese polvo dulce de brillantes- la ternura…

Cocinar es una labor diaria, que para algunos se convierte en solaz ocasional, y para mí…, en placer imprevisto. Lo mismo me paso meses cocinando nada más que lo justito, -socorrido, tradicional y aburrido-, que me enfundo el mandil de hada y convierto mi bonita cocina -lamento la “fantasmada”, pero mi cocina me parece preciosa…- en taller mágico de alquimia alimentaria…

Y es que cocinar es un arte, un juego, un lujo. Un vicio. Es, además, una exaltación de los sentidos.

Y hablando de tocar, escuchar, ver, saborear… El olfato siempre ha sido un sentido muy importante para mí…

Es cierto que una canción me transporta rápidamente -quizá más intensamente que cualquier otra cosa- a un recuerdo preciso y vívido. El color de un atardecer puede enviarme a tiempos muy lejanos pero nunca olvidados. Acariciar siempre me devuelve a mí misma. Y ciertos sabores son capaces de transmutar tiempo y espacio a mi alrededor hasta reubicarme en otro remoto momento de mi vida…

Pero el olfato… El olfato tiene la facultad de alterar mi estado de ánimo, -de feliz a enfadada, por ejemplo, y todo lo contrario-, en una décima de segundo… Los olores poseen la capacidad innata de tomar mi talante anímico y transformarlo a su voluntad, anulando la mía…

Destapar un perfume puede convertirme en una fiera indomable, o despertar la niñita que todas llevamos dentro… Y no me resulta difícil identificar a las personas por su olor personal, -quizá porque me gustan los abrazos muy ceñidos- y eso que el abanico es muy amplio. Está el que siempre huele a limpio, el que huele a trabajo, el que huele a vida, el que huele a colonia, el que huele raro. El que huele a…, nada.

Y en la cocina -que es donde estaba- el mundo de las especias me parece un universo de sensaciones…, una forma de viajar a recónditos rincones del mundo sin dar un solo paso… Una fiesta para el olfato, y un juguete con el que disfrutar entre ollas, sartenes y cazos.

Dulce. Salado. Amargo. Ácido. Y umami, vocablo japonés que significa “gustoso”, y que se une a los otros cuatro, para completar la estrella de cinco puntas de los gustos básicos -esto me lo enseñó un gran amigo y magnífico cocinero: «el colmador de sentidos». Gracias, Manuel. Beso-. Tendríamos que intentar que todo en la vida, o el mayor número de cosas que nos pasan, -o hacemos que pasen-, sea, si no siempre dulce…, por lo menos sí…, umami. Sabroso… Suculento… :)

Y las especias, -al menos en la cocina, en la vida es más complicado…-, nos ayudan. Nos aportan su toque gracioso, interesante, divertido, diferente, atrevido o sencillamente misterioso… Seductor.

Mmmm… La refrescante Menta. Los audaces Cominos. La cálida Canela. El arriesgado Eneldo para sopas lituanas, -beso, Solveiga-. La suave Cúrcuma. El mágico Cardamomo. La acomodaticia vainilla, del ancestral y querido Méjico. La atrevida Cayena. El humilde Tomillo. La indescriptible Pimienta de Sichuan…

Todas me saben a Calcuta, me huelen a Antioquia. Me transportan a Constantinopla, las Indias, el lejano Oriente… Alejandría… :)

Y de entre todo lo que uno puede hacer en una cocina -preparando alimentos me refiero…, apartad la tórrida escena de “El cartero siempre llama dos veces” de vuestra mente…, o no, como queráis…-, una de las cosas que más me seduce y asusta a la vez, son las masas… Tanto si son para preparar cualquier tipo de pan, galletas, o una de las cientos, por no decir miles, de especialidades reposteras que existen…

Amasar…

Pringarte hasta los codos en harinas nobles… Sentir la untuosidad de la mantequilla…, la viscosidad del huevo crudo, los susurros del azúcar…

Amasar con las manos…, darle forma a lo que te vas a comer.

Pero siempre, ¡siempre!, me han dado un poco de miedo las recetas que llevan levadura natural. La que hay que dejar fermentar, y la masa crece y crece como algo que está vivo… Imagino que es porque siempre me da el pronto de que de repente va a salir por sus propios medios del recipiente donde está mimosamente tapada con un paño bien limpio, de algodón -a poder ser blanco, manías-, y va a decirme adiós con la manita mientras abandona la cocina y se dirige, audaz, hacía otros hornos…

No. En serio. Ver levar la masa -aumentando dos y hasta tres veces su volumen-  me produce una impresión increíble. No puedo evitar pensar en “la vida” latiendo en el corazón de esa materia informe.

Y no sé por qué, siempre las he considerado recetas más complicadas.

No soy una gran cocinera. Imagino que tampoco podría calificarme de “desastre”. Tengo pocas recetas en mi repertorio. Pero eso sí, ésas, intento que salgan tan bien que los que las prueban siempre quieran más, y en grandes cantidades. La de cientos de galletas con chocolate y nueces que habré hecho en mi vida. Que probablemente sean ya miles…

No soy habitual de los blogs o páginas de recetas, salvo cuando -desesperada- busco alguna receta en concreto, con la que intento sorprender y agasajar -normalmente a Alva- a alguien.

Hace unos días me encontré por casualidad con el blog, -aquí en WordPress-, de Goizalde, que se llama “Cocinando con Goizalde”. Me llamó la atención, sobre todo, la cálida y simpática sonrisa de la que a todas luces -pensé- debía ser su artífice: Goizalde.

Entré, y he de confesar que me pasé un par de horas paseando por su agradable y muy trabajado espacio, apenas sin darme cuenta.

Tengo que avisaros de que su página se originó pensando en recetas para ese artefacto increíble que es la (o el, no estoy segura) Thermomix. Pero luego, muy amable, ha ido añadiendo recetas para los pobres mortales que seguimos cocinando al uso tradicional… Ollas, cazos, molinillos, batidoras, sartenes y demás utensilios que -todavía no entiendo muy bien cómo, porque he de confesar que nunca he visto uno en vivo y en directo- viven dentro del susodicho robot de cocina, y al parecer cada uno interpreta estupendamente su papel…

Bueno. El caso es que descubrí una receta que me puso los pelos de punta… “Donuts caseros. Idénticos a los comprados”, rezaba la entrada. No podía creerlo!!! ¿En serio? ¿De veras se pueden hacer en casa donuts que se parezcan en sabor y forma a los “de verdad”? La imagen de Álvaro deleitándose con un bocado de Donut (tanto blanco, como de chocolate, relleno o bañado) acudió a nublar mi razón… ¡¡¡Esos Donuts tenían que ser míos!!! Jajaja…

Pero… Ya lo he dicho… Yo no tengo Thermomix (que ya quisiera…)

Me puse en contacto con Goizalde pidiéndole ayuda, y entre sus amables explicaciones, y la cantidad de comentarios con dudas, recomendaciones  y apuntes, que sus seguidores dejan en su página, el lunes por fin me armé de valor y me puse ¡manos a los Donuts!

Mmmm… Qué bien me lo paso cocinando. Cómo disfruto. Sufro bastante, eso también es verdad… Jajaja!!! Pero imagino que, en mí, va de serie… Las inseguridades, la desconfianza, la falta de fe…, -en mí-, es terrible. Soy un desastre. Sólo hay un punto a mi favor en tan deleznable rasgo de mi carácter, y es que a pesar de todo eso…, yo lo intento. Bien motivada (con la imagen de Alva chupándose los dedos fija en mi mente) y con un poco de fe (no en mí, en la Vida), sigo adelante y lo intento. Y pongo todo de mí, -como en todo lo que decido emprender-, para que el resultado sea lo más cercano a lo que yo considero perfecto.

Bueno… A lo que iba. Los Donuts.

Alva les hizo fotos, porque cuando llegó del “insti” alucinó al verme “metida en harina” (aunque en realidad el paso de la harina había quedado, hacía ya rato, atrás… :) y rodeada de unas “roscas” que bien podían parecerse a…

– ¡¡¡¿Esto son donuts?!!! –preguntó con la mirada iluminada y esa bonita sonrisa que no me canso de mirar.

– Bueno…, lo intentan –respondí emocionada porque hubiera hecho ¡justo! esa pregunta.

Yo apenas probé un bocado de uno de ellos, y aunque no soy una experta en donuts, y la verdad es que la confección de la receta fue bastante desastre porque muchas cosas no estaban como debían, he de confesar que estaban ricos, y que en el fondo sí tenían un sabor similar a los donuts comprados. (Que obviamente mejorará cuando yo haga las cosas como dios, -en este caso, Goizalde- manda!!!)

Pero Álvaro y Montse, -que llegó del trabajo desfallecida, eso lo dice todo…, jajaja- quedaron encantados. Armand -mi sobri- sólo les dio un bocadito pequeño, como yo. Y lo hizo sólo por amor. El que me tiene. Porque hace años tuvo una experiencia desagradable con los donuts, comió, se puso malito, devolvió, y ya no soporta nada que se parezca a ese sabor. Pero tan amable y cumplido, -por no hacerme un feo-, y con un gran esfuerzo, los probó, y dijo que estaban buenííísimos… Pero no dio ni un bocado más. Jajaja… (Mi chico, más zalamero…)

Podría poneros aquí la receta, pero en lugar de eso os invito a que entréis en la página de Goizalde, (recordad: “Cocinandocongoizalde”), porque además de ésta, -bien explicada y con estupendas fotos-, vais a encontrar otras recetas maravillosas que seguro que os apetece probar.

Yo quiero insistir en mi gratitud a esta amable y estupenda cocinera -que además se mete un trabajo increíble para compartir su sabiduría y experiencia con los demás-, gracias a quien Alva disfrutará más veces de esa receta, y yo gozaré muchas veces intentando que cada vez me salga mejor… :)   Y llegar a ser digna alumna de tan ilustre maestra. (Gracias, guapa! Un beso.)

Mmmm… (De pensar.) Creo que cocinar es otra forma de amar.

Quizá por eso es un placer. No sólo por lo agradable que resulta buscar y seleccionar los ingredientes, medirlos, pesarlos, combinarlos y mezclarlos, probar, experimentar… O por lo orgulloso y satisfecho que puedes llegar a sentirte cuando, una vez acabada la receta, el resultado final se parece -en aspecto y sabor- al que esperabas… Sino por el gozo que supone ver disfrutar a los que quieres, de todo el tiempo, el esfuerzo y el amor que tú has invertido en prepararles eso que durante un rato los va a rescatar de otras realidades, quizá no tan suculentas… Vas a hacerles un poquito más felices… Tú les regalas tu amor en forma de alimento, y ellos te devuelven sonrisas y “qué rico”, “qué bueno”, “mmm…” (El mmm… en este caso de gusto, claro, no de pensar :)

Y es que, en realidad…, si bien lo miras, cualquier cosa que hacemos es un acto de amor. Al menos, así lo siento yo. Desde hacer las camas o pilotar un Boeing 777, pasando por limpiar los cristales o atender a los clientes en un comercio, cambiar una bombilla o investigar el ADN, hasta preparar unos ricos huevos fritos, unos donuts (Idénticos a los comprados) o escribir un libro…, todo lo hacemos por amor a alguien. A algo.

Bajo ese prisma, entonces…

Feliz día. Y que tú lo ames bien!!!!  :)

 

 

Esta entrada la acabé de escribir el viernes 28 de octubre, y cuando el día 29, sábado, me conecto dispuesta a publicarla, me encuentro con la sorpresa de que Goizalde…, ¡¡¡se me ha adelantado!!! Jajaja… Y ha publicado en su blog un post con las fotos de mis donuts, en honor a todos los que “contra viento y marea”, mucho esfuerzo, mucho cariño y pocos medios, logramos sacar adelante una receta…

Dios!!! Qué sorpresa me he llevado. No podía creer que “esos” fueran mis donuts y estuvieran en tu magnífica página!!! Qué bonito detalle por tu parte, Goizalde. Mil gracias, de verdad.  :)

Esta entrada, humildemente -pero con todo mi cariño-, está dedicada a ti, guapa!, por el maravilloso trabajo que haces en tu blog, por lo rápida y amable que eres respondiendo los mensajes que te dejamos, por tu bonita sonrisa que intuyo refrenda un carácter amable y cálido, y porque admiro a las personas que ponen su sabiduría y experiencia al servicio de los demás, como tú, y además lo hacen con modestia, sencillez y reconfortante alegría. Vamos! Un diez!

Estos días de fiesta volveré a hacer la receta, a ver si tengo tanta suerte como la primera vez… Jajaja. Ya os contaré.

 

Y lo dicho… Os deseo que disfrutéis siempre de todo lo que hacéis…

Y…, ¡que lo améis bien!!!

 

 

 

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Un hermoso cuadro es siempre la suma de un número finito, pero prácticamente incontable, de pequeñas pinceladas. Cada una incorporada al lienzo con todo el cariño y la intención… Y todas tan importantes en sí mismas como el cuadro que componen, porque cada una de ellas, independiente, humilde y solitaria, es imprescindible para que el resultado final sea considerado una incalculable obra de arte.

Y van aquí algunas de las pinceladas sueltas del hermoso lienzo que fue aquel fin de semana del 16 al 19 de septiembre.

Primero, y ya que estamos hablando de una analogía pictórica, tengo que empezar diciendo que no podré olvidar nunca la luz que había aquella tarde en la costa de Cádiz. Una luz…, ¡tan hermosa! Lamento mucho que no se aprecie en las fotos…, porque confirió a la ceremonia la pátina perfecta para que hoy pueda recordarlo con una sensación sobrenatural del momento.

No voy a olvidar nunca esa luz… Ni cómo se veía el cielo…, las encendidas buganvillas, el mar, los elegantísimos invitados, los árboles, la playa… Los novios.

Está bien que existan momentos tan mágicos, porque es mucho más fácil retenerlos en la memoria…  Y volver a recuperarlos tiempo después para poder vivirlos de una forma intensa, y sentirte de nuevo tan afortunado.

Otra pincelada importante fue la amabilidad y diligencia de todos los profesionales de los que nos vimos rodeados ese finde… Todo el personal, -incluidas las dueñas-, del Hotel Varadero, y del catering de la boda…, sencillamente impecables. Geniales. Gracias.

Nunca olvidaremos los maravillosos días y noches que pasamos en el Hotel Varadero. Precioso. Gracias de verdad… :)

Aquí, nada más llegar al hotel. Un poco cansados…, sí. Pero… ¡¡¡¡superfelices!!!!

Gracias también a Paco, el responsable de la música y el sonido, que como ya he rectificado en “El gran día”, a pesar de haberme explicado -paciente y amablemente- cómo funcionaba el micrófono, tuvo que salir y darle él mismo al botoncito para encenderlo, porque yo estaba tan histérica que en esos momentos, si me preguntan, a pesar de tenerlo ante mis narices, no hubiese sabido contestar qué es y para qué sirve un micro… Jajaja!!! Qué desastre. Gracias Paco. Por eso y por la música y las luces de la fiesta… :)

Otro trazo conseguidísimo fue la cena del viernes. Un buen número de familiares y amigos nos reunimos -vía Facebook-, en el estupendísimo restaurante “El Pradillo”, en el que degustamos, hasta pasada la una de la madrugada, un número abundante de exquisitos platos, preparados con mucho arte y servidos con mucha gracia y donaire. Todo buenísimo. En serio. Impresionante. Y los novios además nos hicieron el sorprendente regalo de invitarnos a parte del cubierto. Un detalle inesperado que demuestra, una vez más, su generosidad, y que nos sorprendió a todos por lo inusual y gentil… Pero, claro, viniendo de Mario y Javier…, podíamos esperarlo casi todo…  :)

Por si no les dimos -Alva y yo- las suficientes veces las gracias…, vaya una vez más…

Gracias… :)

Por cierto!!! Alva me grita desde detrás de una pila de papeles (estirando la manita… jajaja!), que por favor agradezca a los novios el detallazo que tuvieron al recordar que es herbívoro (que dice mi “sobri” Armand), y pedir que le prepararan menú vegetariano, tanto en la cena del viernes como en el banquete. Muchas gracias, chicos. Cenó estupendamente, como todos, pero sus hierbecitas… Jajaja!

Y hablando de dar las gracias… Como tengo fama de pesada dando las gracias -porque sí, lo reconozco, la tengo-, pues voy a dar fe de ello…  :)

Aunque…, como también tengo memoria de pez… :(   Quiero pedir disculpas, por adelantado, de las omisiones involuntarias que se me deslicen de esta floja retentiva mía… :(

Allá va…

Gracias a Alberto, el papá de Javier, por su emocionado abrazo. Muchas gracias, Alberto. Estaba usted guapísimo, se le veía bien feliz y orgulloso de su hijo, -de los tres, en realidad-, y fue un placer verlo disfrutar en la pista de baile.

Gracias también a Concha, la mamá, por el cariño que, tras tantos años sin vernos, me demostró, y por su sonrisa cariñosa durante toda la ceremonia. Me infundía ánimos, aunque tengo que reconocer que también me emocionaba demasiado mirarla, por lo que traté de no hacerlo muy a menudo. E igualmente fue un gustazo verla bailar en la pista de baile. Ya vamos entendiendo, al ver a sus padres bailar, de donde les vienen a los “hermanos Sanchis” ese arte que les corre por las venas y que los ha hecho famosos…  ;)

Gracias a Catalina, la mamá de Mario, y una tía (lo siento, no sé el nombre), que vinieron a hablar conmigo tras la ceremonia, y me felicitaron por haber hecho soltar la lágrima a un hermano o cuñado de ellas, -tampoco lo recuerdo exactamente, lo siento una vez más-, que al parecer es de llanto difícil… Estuvieron muy amables y cariñosas.

Gracias a Amparo, -la tía más marchosa y alegre de Javi-, que me trató con tanto cariño y confianza, que al filo de la madrugada, en mitad de la fiesta -en la que la bailó y disfrutó como si le fuera la vida en ello, ¡qué gusto verla, por Dios!-, estábamos hablando como si nos conociéramos y quisiéramos de toda la vida. Qué placer haberla conocido, Amparo. Mil besos!

Gracias a Elena y Gloria, dos primas de Javi que fueron el alma del banquete -¿recordáis la mesa de la cena que hizo los coros a las canciones, poniendo un punto divertido y cinematográfico a la noche?, pues ellas estaban allí!!!- y también el alma de la fiesta posterior. Alegres, divertidas, marchosas… Y muchas gracias sobre todo a Elena, que en varias ocasiones vino a sacarme de mi rincón -yo soy más de bailar en rincones que en la pura pista de baile-, y me llevó con ella al fragor de la batalla musical… He de reconocer que me da un poco de apuro cuando lo hacen, pero he de confesar que su cariño y su generosidad al preocuparse de mí, me hizo vivir momentos muy divertidos y especiales. Gracias, guapa. Un beso, muy, muy grande.

Gracias también a Chelo -la mujer de rojo-, otra amable prima de Javi,  por sus comentarios también, y por su entereza frente a Google. Pues es muy alérgica a los perros, y allí estuvo, dándolo todo…  :)

Y hablando de Google… Gracias a la guapísima Carol, su “cuidadora” oficial en la boda, y por lo que supe también en otras muchas ocasiones, que estuvo encantadora… Y por extensión…,

gracias a Fernando (nunca Alberto!!! Jajaja…), gran amigo de Javi, que hizo, muy amable y profesional, las fotografías de la boda. Y que me encantó conocerlo…

En esta foto en la que se ve a Javi, y Alberto y Concha -sus guapísimos padres-, justo el que está de espaldas, vestido con una camiseta azul turquesa, -luego en la ceremonia también se puso su elegante traje-, es Fernando en la versión fotográfica del cazador cazado, es decir, el fotógrafo fotografiado… Lamento que no le podáis ver la cara… :(  Pero es la única que tenemos. La sacó Alva mientras Fernando preparaba y hacía las fotos de Javi con sus papis en nuestra terraza…  :)

Gracias a Ángel por estar tan amable y cariñoso después de tantos años sin vernos. Y gracias, aunque ya lo dije en su momento, por su brillante y elocuente discurso sobre la amistad en la ceremonia… Fue un gusto volver a verte, Ángel!!!  :) Besos, guapo!!!

Y de un discurso me paso al otro para poder hablar de Ivana. Que ya tenía ganas… :)

Ya comenté también en “El gran día” que Ivana es la amiga de Mario que leyó en la ceremonia hablando de su larga y bonita amistad. Lo que no dije es que la noche antes, la del viernes, en el Restaurante El Pradillo, tuve la suerte de que se me sentara al lado…

Apareció una jovencita desenvuelta y vivaracha que llegó y se presentó alegremente, ella misma, y a su pareja, Jordi, un chico encantador y algo tímido, pero de sonrisa amable y gesto siempre conciliador.

Pronto descubrí que ella era la que iba a leer, y entonces le confesé entre susurros que yo era la que iba a “oficiar” la ceremonia… Lo hice entre susurros y con la mirada inquisitiva de Álvaro vigilándome, porque Javi me había pedido por favor que intentara no desvelarlo… Pero Ivana también iba a participar en la ceremonia!!! Y me pareció tan linda!!!

Pasamos una noche muy agradable y divertida, brindando por los novios, sintiéndonos felices por ellos, y riéndonos de todo…

            Esta foto es de nada más acabar la ceremonia… Fijaos sobre todo, -además de en la bonita sonrisa de Ivana-, en el cielo que tenemos detrás… ¿Veis esa luz? El sol acababa de ponerse, -lo hizo justo a la vez que se casaban los novios, que es justo lo que querían…- y durante unos minutos… Esos minutos sagrados en los que el ocaso se adueña de todo, en que el día anda como entre dos mundos, el de la luz y el de las sombras, la magia flotó a nuestro alrededor impregnándonos de ella… Todos estábamos terriblemente felices, casi eufóricos me atrevería a decir… Y un poco sobrecogidos.

Tras acabar la ceremonia, Ivana llegó, y aunque no soy mucho de fotos (en realidad, las odio… :(, Alva quiso inmortalizar ese momento… Y yo me alegro hoy (si consigo no mirarme mucho… :(, porque además de un recuerdo para siempre de la simpática y dulce Ivana, tengo también inmortalizado el cielo que nos cobijó durante unos fantásticos minutos, hasta que la noche se instaló implacable entre nosotros…, y hermosa, nos condujo a través de otros tantos momentos imborrables… :)

Un beso Ivana, ¡guapa! La verdad es que estaría muy bien volver a vernos los seis un día, -en Madrid, Barcelona o Valencia-, para compartir una cena y otro ratito agradable… :)

Quiero también dar una pincelada de agradecimiento a los hermanos de Javi, Alberto y Arancha, y a sus respectivos… El simpático Óscar y la encantadora Rosa. Con ellos compartimos también larga mesa en El Pradillo la noche del viernes, y nos encontramos varias veces durante el catering posterior a la ceremonia, y en la fiesta. Son unas personas encantadoras y amables, que nos hicieron sentir, en todo momento, como parte de la familia… :)  Gracias de verdad a los cuatro. Fue espectacular el momento en que los cinco, Concha, Alberto, y los tres hermanos, os enlazasteis por la cintura y bailasteis juntos formando una imagen preciosa. Sois un encanto de familia.

Y hablando de encantos, y para añadir al lienzo un trazo de alegría y de glamour, haré mención especial a la cena del banquete…

Por si el aire de la noche, la música, toda la belleza de la que estábamos rodeados, los ricos y elaborados platos, y estar completamente envueltos de felicidad…, no fuera suficiente, Javi tuvo la brillante idea de colocarnos en la mesa con dos parejas que no conocíamos y…, ¡que no olvidaremos!!!… :)

Dos jóvenes matrimonios que, como nosotros, fueron desde Valencia. Vicky y Jesús, y Majo y Borja, y su pequeña “Calabacita” llamada Adela, que se portó de maravilla; es decir, como sus pocos meses de vida requieren, estuvo dulce y plácidamente dormidita toda la noche… :)

Fue un lujo. Pero un lujo de verdad, compartir mesa con estos cuatro “jovensanos” tan lindos! Tan interesantes! Tan buenos conversadores! Tan divertidos! Personas de noble fondo y encantadoras formas!!!

 

No nos conocíamos hasta ese momento, y tal fue nuestra conexión, que la conversación fue tan suculenta como la cena… Hablamos de temas tan diversos y variados como la vida de las hormigas; el juego de Nadal; la maternidad; la pareja, la fidelidad y sus quebrantos; la defensa de los derechos de los animales; internet y la gran habilidad de Majo para mandar y recibir e-mails muy especiales… ;)

Jesús (Chu para los amigos), el marido de Vicky, aportó su gracia de “quillo” del Sur (creo que de Málaga, si no es así, por favor!, discúlpame). Muy alegre, divertido e ingenioso. Serio cuando había que ponerse serio. Muy lúcido. Un placer haber compartido mesa contigo, Chu (si es que puedo llamarte así…  :)   Besos.

Borja, el marido de Majo, demostró una mundología y una gracia natural, un “savoir fair” desenvuelto y elegante, que otorgó el sobrio y a la vez licencioso toque de distinción a la noche. También muy risueño. Igualmente, Borja, un placer, de verdad. Más besos.

Vicky resultó ser una cajita de sorpresas para mí. Aparentemente una joven discreta y comedida, se reveló como una mujer inteligente con un hábil dominio de la ironía y una intuición brillante. Sus oportunos y resueltos comentarios me fueron descubriendo una persona francamente interesante. Una de esas mujeres con las que te quedas con ganas de hablar más y más, y de muchos más temas… Por cierto, siento tu jaqueca a la hora de la fiesta, preciosa. Una verdadera lástima no poder disfrutar de ti más tiempo… Pero fue un placer. Abracito y besos.

Y Majo… Bueno… ¿Qué decir de Majo? Es un ciclón de mujer! Qué arrojo, qué energía, qué vitalidad! Jajaja… Lo mismo le escribe un e-mail al presidente de un país a la otra parte del mundo para denunciar la indiscriminada y cruel matanza de las focas (y le contestan, y entra casi en una discusión que casi la lleva a un conflicto intercontinental… Esto es broma. Lo de que le contestaron y entró en diálogo no)… Que manda una nota vía internet para felicitar a una marca de yogures por su acierto en un producto, y le llenan la casa de lácteos!!! Jajaja… En serio. Me fascinó con su capacidad de lucha, su amor por los animales, su forma de vivir la maternidad también… Un encanto de chiquita. En serio. No sabes lo que disfruté escuchándote, Majo. Fuiste un descubrimiento incalculable. Besos y abracito también para ti.

Nuestra noche fue si cabe mucho mejor, gracias a compartir mesa con estas cuatro -casi cinco, jeje- personas maravillosas. De paso reiterar las gracias a Majo, que tan amablemente me cedió las fotos de su Facebook para que yo las utilizara en mi blog… :)

Y para ir acabando…

La falta de Helen.

La pincelada triste del perfecto acontecimiento la puso una ausencia.

Y es que sólo hubo algo que para mí (nosotros, Alva y yo), ensombreció tan magnífico fin de semana, y fue la ausencia de Elena (para mí, Helen) y su pareja, Rafa.

De hecho sus sillas permanecieron vacías justo en nuestra mesa, entre Vicky y yo… Y estoy convencida de que de haber estado, todos hubiésemos disfrutado aún más de lo que disfrutamos.

Javier, Helen, Alva y yo somos amigos desde hace veinte años, pero yo conocí a Helen hace más de veinticinco. Antes incluso que a Alva. Helen era en realidad tan solo una niña y yo poco más que una adolescente. Fue alumna mía cuando yo -más de treinta kilos atrás (jajaja)- era profesora de Danza Moderna. Entonces se forjó nuestra amistad y ha continuado fuerte e indestructible durante todos estos años. Ya entonces era una niña encantadora y una alumna estupenda, que se ha convertido en una mujer maravillosa y una trabajadora -veterinaria- incansable.

Un maldito manguito del coche frustró su viaje cuando llevaban tan solo una hora en carretera de camino desde Valencia a Zahara, y su ausencia me partió el corazón. Sé que para ella era importante estar en la boda, y reencontrarnos los cuatro de nuevo, tras muchos años sin estar los cuatro juntos…

Vaya para ella todo mi amor. El finde no fue lo mismo sin ti, Helen, y seguro que la fiesta tras el convite, que estuvo maravillosa, hubiera sido mucho mejor aún contigo… ¡Volver a bailar juntas! Pero bueno, ya nos reuniremos, y será mejor porque seremos seis, y nos vengaremos de lo chungo que es a veces el destino. Pero quiero que sepas que a través de mi amor, estuviste allí…  :)

Te quiero mucho, preciosa. Y estoy tremendamente orgullosa de ti.

Pues… Esto se acaba.

Yo espero haber aportado, -con estas cuatro entradas tituladas “Crónica de una boda encantada”-, la humilde pero dichosa pincelada de una mujer agradecida y feliz, dejando constancia de mi visión de las cosas… Y es que hay momentos en nuestra vida, tan especiales y felices, que merecen formar parte para siempre de nuestra memoria. Y éste será uno de esos entrañables recuerdos con el que yo cargaré encantada para siempre en mi mochila… :)

Gracias a todos.

También a Alva, ¡cómo no!, que hizo que un viaje de ochocientos y pico de kilómetros fuera una fiesta continua… Me reí tanto, mi amor, y me lo pasé tan bien, que se me hizo cortito, cortito, cortito, -salvo por el dolor de culo, jajaja-…

Y gracias por tu apoyo constante. Tu ciega confianza en mí. Todos tus mimos y cuidados, que siguen teniendo la intensidad y la magia de los que se profesan las parejas cuando apenas llevan dos meses… Gracias sobre todo por eso.

Y gracias por mirarme con esos ojos con los que tú sólo me miras, que me devuelven siempre una imagen mejorada de mí misma, y consigues que cada vez quiera ser mejor persona.

Y gracias por conducir del tirón a la vuelta, -¡mi chico!- sin dejarme tocar el volante, para que yo descansara y disfrutara más del viaje… :)

Y gracias por correr a por una botella de agua a escasos minutos de empezar la ceremonia, porque estaba tan nerviosa que se me había pegado la lengua al paladar y no encontraba la forma de despegarla y articular palabra… Mi fiel caballero… Siempre tan amable y encantador.

Gracias por comerte siempre lo que no me gusta de mi plato, y cambiármelo por lo que tú pediste. Gracias por creer que soy hermosa y repetírmelo todos los días. Hasta la saciedad. Gracias por satisfacer todos mis deseos y caprichos…, algunos, incluso antes de que yo los descubra!!! Gracias por creer en mí cuando yo ya no sé cómo hacerlo. Gracias por hacer que cualquier cosa, hasta ir a comprar a Mercadona juntos, parezca una fiesta. Gracias por tu paciencia y tu respeto para mis parcelas de independencia que has sabido comprender que necesito para poder ser yo de verdad. Te enamoraste de mí porque te parecí una persona con un “fascinante espíritu libre”, pero una cosa es enamorarse de una persona así, y otra muy distinta convivir con ella. Lo sé. Gracias por tu respeto, mi amor.

Gracias, en una palabra, por estar a mi lado siempre. Por decirme cada día lo feliz que te sientes y lo afortunado que eres… Que es, exactamente, lo mismo que yo pienso cada día cuando me despierto, y lo primero que veo son tus ojos sonriéndome…

Gracias, mi amor.

Gracias a todos.

También, y sobre todo, a los novios.

Chicos: Sois muy especiales. No cambiéis nunca. Cuidaos el uno al otro siempre y…

¡¡¡Nos vemos en Zahara otra vez, en veinticinco años!!!

¿Sí?  :)

Os quiero.

 

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Tu boda!!!

...

 
 
 
 
¡Dios!

Estoy tan contenta… ¡¡¡Que casi floto…!!!

Y además, si no lo comparto… Si no lo cuento… ¡Exploto!

El amor llega a nuestras vidas de tan distintas formas…

No me importa insistir en que soy una mujer afortunada. Muy afortunada. (En realidad, hago hincapié en ello porque me da un poco de pudor serlo tanto y no estar agradeciéndolo todo el día… ¡Gracias!)

Hace…, como veinte años, el amor llegó a mí vestido -impoluto- de blanco. Alumno de Alva, adolescente responsable, maduro para su edad…, encontré en aquel jovencito de dieciséis o diecisiete años, un alma gemela nueve años menor que yo, que iba a enseñarme, -sin que nunca llegáramos a amarnos al uso-, ¡tanto sobre el amor!

Pronto establecimos contacto y supimos, de alguna forma, que al hallarnos, habíamos llegado a un lugar importante. Yo a él. Él a mí.

Nos encontramos en la música… Tan grande, tan importante para ambos. Y en el baile… ¡Cuántas veces cerramos los ojos, acompasamos nuestros cuerpos y nos dejamos llevar por la misma cadencia de un ritmo que nos unía más si cabe! Sergio Dalma (en su momento), Michael Jackson y Barbra Streisand fueron construyendo nuestro camino juntos…

A lo largo de estos últimos veinte años Javi y yo hemos volado muchas, ¡muchas veces juntos!

Desde su tierna adolescencia hemos compartido lo más profundo de nuestras esencias… Yo he vivido con él los impulsos de su corazón, sus relaciones personales, sus logros y éxitos laborales, sus risas (tan bonitas) y sus llantos. Sus amores y sus desencuentros. Y me siento inmensamente feliz -y honrada- de haber podido estar ahí… Y él ha caminado a mi lado, escuchándome, sorprendiéndome, regalándose, participando también de mis sueños y mis desvelos…

Creo que desde muy pronto nos amamos.

Recuerdo aquellas cenas más o menos multitudinarias, en que la peña acababa disolviéndose en la noche, y quedábamos él y yo a solas en el balcón del piso de La Eliana… Allí contábamos estrellas, nos participábamos sueños, dibujábamos futuros con alas de colores…

No sé por qué, pero siempre, ¡siempre!, creí en él.

Que claro…, no es difícil. Era una apuesta ganada.

Javi es persona noble de nobles intenciones. Corazón grande. Sensibilidad encendida. Férrea voluntad. Magia en la sonrisa.

Sí, decididamente, amarlo siempre resultó muy sencillo.

Fue creciendo mi adolescente querido… Londres intentó interponerse en nuestro camino pero ya lo dice la canción… “La distancia es como el viento, apaga los fuegos pequeños, pero aviva los grandes.” Y nuestro amor, puro y sentido, era, evidentemente, un fuego grande.

Luego, -convertido ya en un hombre-, se afincó definitivamente en Madrid, y de nuevo supimos ganarle la partida a la distancia, que nunca, ¡nunca!, perdimos ni el contacto ni el cariño. Cartas de papel primero, internet después, y teléfono siempre, -amén de esas benditas visitas relámpago- nos ayudaron siempre a seguir queriéndonos con y a pesar del paso del tiempo y los largos recorridos.

Sufriendo cuando el otro sufría y felices de la felicidad del otro, hemos aprendido a seguir amándonos contra viento y marea, hasta llegar a hoy. A esta noche. Veinte años después.

Y aquí estamos, Javi.

¡Y te casas!

Y Mario es un hombre maravilloso…, ¡que te sienta tan bien!

Esta noche hemos cenado los cuatro juntos y me he complacido de nuevo en tu vuelo, Javi…, tan bello, tan alto… Con tus hermosas alas extendidas como una mezcla perfecta de noble águila y ave fénix de leyenda…

Vale. Tarjetón de boda.

Mmm… No me gustan demasiado las bodas… Pero hay bodas que me encantan. Y de entre las que me encantan, están las bodas que no me perdería nunca… Esas bodas a las que vas porque si no pudieras ir, te ahogaría la pena.

Tu boda es una de esas bodas que por nada me perdería. Quiero verte (¡tan guapo!) comunicar a todos los que os queremos, que estáis enamorados y que queréis apostar por vuestra vida juntos. Eso vais a hacer. Eso es una boda de verdad. ¡O como quiera que se quiera llamar! Y será emocionante. Una de esas bodas donde poder llorar a gusto, de puritita felicidad…

Pero hoy he recibido un regalo más grande, si cabe, que el hecho de ser invitada a esa boda… Me habéis pedido que sea…, ¡¡¡vuestra maestra de ceremonias!!!

Si apenas puedo creerlo…

Dios!!! Desde entonces, -y ya han pasado unas horas-, me tiembla todo el cuerpo… En serio!!! Bueno, lo habéis visto. La emoción me tiene todavía bloqueada…

No. No puedo creerlo…

Pero… Sí! Sí quiero!!!! Jajaja!!! (¿Qué respuesta hay, más apropiada, tratándose de una boda?) Pondré mi alma, mi voluntad y todas mis ganas, -en lo que a mí, humildemente, se refiere- para que ese día sea uno de los más bellos de vuestra vida.

Y gracias. Gracias. Gracias. (Gracias también por el otro regalo, mi amor. Nunca os lo agradeceremos lo bastante… ¡Mil gracias!)

Pues sí. Allí estaremos. Puntuales en nuestra cita con el sol hundiéndose a nuestra espalda entre las aguas infinitas del océano Atlántico.

Y desde allí, Javi, te veré una vez más desplegar las alas y surcar el cielo. Y esta vez…, no lo harás solo.

Desde la arena, emocionada y en silencio, sonreiré al verte… Como nunca. Como siempre.

Te quiero.

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...

 
 
 

Son las 00.10 del lunes, 20 de junio de 2011.

Apenas llevamos diez minutos de este día… Es noche cerrada, obviamente. No he visto -escuchado ni leído- hoy, las noticias -en realidad, nunca lo hago-… Tampoco la información meteorológica. No sé si el día de mañana será un día luminoso y soleado, o por el contrario tendremos un día gris y nublado. No lo sé.

Y la verdad es que me importa poco… Tanto si el astro rey luce radiante o las nubes se empeñan en ocultárnoslo, e incluso en descargar chuzos de punta…, el día de mañana, -o mejor dicho de hoy-, va a ser un día maravilloso.

Mañana es día de revisión en el hospital.

Este año hace 10, -por estas fechas más o menos fue- que nos dieron la noticia de la enfermedad de Alva.

Cáncer.

Bien…, no voy a ponerme a hablar del efecto que esa palabra produce cuando entra en casa, porque, por desgracia, la mayoría de personas han sufrido de una forma u otra el efecto del miedo. Y quien no lo haya hecho aún…, bueno, que dé las gracias, y disfrute.

Es irremediable el miedo. En su justa medida, incluso útil y necesario. Te ayuda a calibrar la situación, a intentar obrar con toda la inteligencia y buena voluntad de que dispones, a luchar con todas las ganas. A valorar la vida. A mirar la muerte de cara. A decidirte desesperadamente por vivir.

Gracias al cielo, bueno, eso es sólo una expresión… Gracias a la ciencia -mejor dicho-, cada día más, esa palabra, va perdiendo su definitivo sabor a muerte. Son muchas personas las que cada vez más, salvan sus vidas y /o mejoran su calidad de vida.

De hecho, si eres listo, llegas a aprender mucho. Hasta el extremo de que tu concepción de las cosas, del verdadero, del intrínseco valor de las cosas, -por lo menos de todas las que te rodean-, cambia definitivamente para siempre.

Pasar por eso, salir triunfante -es decir, vivo-, y no aprender nada, es una verdadera pérdida de tiempo. Y de muchas más cosas.

Pero no voy a ponerme ni triste ni moralista… ¡Ni mucho menos! Nada más lejos de mi intención…

De hecho, entro aquí sólo para, como los dos años anteriores, concretamente el pasado 22 de junio de 2010, en “Escrito en las estrellas”, y el 22 de junio de 2009 en “Hoy ha sido UN DÍA MARAVILLOSO” comentar nuestra visita al hospital para confirmar que las cosas van bien…

Quiero, desde aquí, con toda mi fuerza y mi cariño, desear buenas noticias a todos aquellos que estén pendientes de una valoración parecida…

Sí, sí, ya sé… El trabajo es muy importante. Y el dinero…, -que más que importante es necesario…-. Y el amor… Sí. Lo sé. Lo sé. Pero…, la salud. La salud cuando se trata de vida o muerte…, no tiene comparación con nada. Creedme. No importa el trabajo que tengas, la cantidad de dinero que hayas amasado, ni tan siquiera el amor que sientas…, cuando lo que está en juego es la salud…, la vida, todo cobra una dimensión distinta.

Y el caso es que siempre volvemos a lo mismo… Lo que verdaderamente importa… Vivir.

Disfrutar. Ser honesto con uno mismo. Intentar mejorar. Amar. No pasar por la vida como el que ni siquiera escucha llover, ni hacerlo tampoco como una apisonadora…

Vivir.

Es difícil. Lo sé. Lo sé bien. Pero también sé que es fascinante. Que cada nuevo día es una nueva oportunidad. Que las malas rachas acaban como lo hacen las buenas, y que lo importante es plantar cara a las primeras y saber disfrutar las segundas. Y que siempre se puede aprender. Y que siempre tenemos la oportunidad de volver a empezar. Que mientras hay vida hay esperanza, no deberíamos olvidarlo nunca, ni tomarlo a la ligera.

Esto pretende ser un canto a la vida, -humilde y discreto-, porque estoy convencida de que no hay nada más hermoso. Siempre, ¡siempre!, podemos elegir, si no qué vivir, sí cómo vivirlo. Y eso ya es mucho.

Dar las gracias, una vez más y nunca la última, a la diosa fortuna -o a quien narices sea- que puso la suerte de nuestro lado. Y a la ciencia -los médicos y enfermeras-, que tan bien lo hicieron. Y también a Alva, que fue un paciente maravilloso…, obediente, disciplinado, fuerte, valiente… Nos dio una lección, una vez más, a todos los que tuvimos la suerte de estarle cerca…

Y yo, sólo agradecer a la vida la oportunidad de haber podido amar, -durante todos aquellos duros e intensos meses-, más de lo que hasta entonces había amado nunca… Y poder demostrarlo. Poder usarlo. Poder poner todo ese amor al servicio de la vida… Y que, después de todo, todo saliera bien.

Por eso decía que no me importa qué día vaya a hacer mañana –bueno, hoy-…. A las ocho estaremos en el hospital y nos pasaremos allí toda la mañana…, siempre ocurre igual… Hay que ir con ganas, con alegría y con mucha paciencia…

Y luzca el sol o llueva torrencialmente…, espero que éste sea, otra vez, una más…, para todos… UN DÍA MARAVILLOSO.

 

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